Una buenísima sorpresa, Helga. No veía trabajos tuyos hace años, pero tampoco entonces tuve la oportunidad de engolfarme en una cantidad suficiente de imágenes. Ahora percibo tu identidad hecha de diferencias y semejanzas respecto de otras y otros operadores. Es como poner a tiempo, en el televisor imaginario, un programa que hacía falta para restituirle una cierta inocencia a la