Este Gato siempre sabe a qué árbol arrimarse. Llegará a visir. Terenci Moix, El arpista ciego. El egiptólogo, habituado a los lamentos del vetusto edificio, distingue inmediatamente la llamada de la bestia. Otra vez un gato callejero ha debido de colarse en el edificio. El vigilante se habrá dejado una ventana abierta. “Maledetto micio”. Posa sus gafas sobre el escritorio y, hastiado,