Primera.
Le llegó su fiesticita.
La calle antes ignorada por la que hoy pasa un cortejo fúnebre cada día.
Segunda.
¿A dónde lo llevo?
La funeraria que hace unos meses tenía una carroza estacionada al frente, ya tiene cinco. Parece sitio de taxis de Caronte.
Related Articles
Tercera.
Infierno.
Tres cuerpos alineados comparten una sola plancha en el crematorio. Los familiares mezclan oscuras interrogantes.