Cuidar la economía es base fundamental para conservar el modo de vida moderno. Sin embargo, es cierto que los elementos que sustentan la economía son contrarios a las necesidades del planeta como ente vivo. Esto es así fundamentalmente porque los sistemas de producción son Altamente Contaminantes, la proliferación de desechos supera con mucho la capacidad de la tierra para amortiguar su impacto y la organización fuertemente capitalista de la economía hace que compremos desechemos y volvamos a comprar.

Así, hemos entrado en un círculo vicioso del que resulta muy difícil salir sin poner en peligro la economía o la ecología. Comienzan a parecer conceptos irreconciliables para muchos. No obstante, son numerosos los avances, estudios y descubrimientos que se encaminan a lograr un equilibrio ideal que consiga frenar la destrucción del planeta sin perder fuerza a nivel económico y sin limitar en lo más mínimo la calidad de vida del primer mundo.

¿La bioeconomía es la solución?

La denominada bioeconomía se presenta como la solución perfecta para mantener el ritmo de incremento de la prosperidad social y económica dentro de unos límites aceptables o, incluso positivos para el planeta Tierra.

Este concepto hace referencia a la actividad económica directamente derivada de la generación de recursos de carácter biológicos y renovables. Al mismo tiempo, los recursos vuelven a ser útiles tras un primer uso gracias a su conversión efectiva. Es decir, los residuos no se desechan sin más sino que se convierten en otros elementos para su nueva utilidad. Es el caso de los piensos, los biocombustibles o la bioenergía.

La clave de este reciclaje a gran escala está en en el ahorro de materia prima y, al mismo tiempo, en la eliminación de residuos de forma sostenible. Se reducen de forma drástica los desechos expulsados al entorno natural y el procesado de los mismos a través de sistemas altamente contaminantes como la combustión. De igual modo, se está creando una fuente de generación de productos biológicos a gran escala que abastecen a diversos sectores de manera eficiente.

No es fácil pero es posible

A lo mencionado se añaden los métodos ecológicos de producción de energía, así como la conversión de las industrias existentes para conseguir una actividad mucho más sostenible. La gran dificultad para llegar a todo esto es el esfuerzo inicial que requiere para las grandes empresas ya establecidas, la falta de compromiso por parte de las instituciones y gobiernos, así como la falta de concienciación a nivel global con especial incidencia en los sectores más poderosos de la economía.

No obstante, poco a poco se va viendo un incremento del interés en este sentido gracias a la demostración constante de que se trata de métodos de gran proyección futura que deriva en ahorro económico, buen funcionamiento, limpieza de imagen y crecimiento de la riqueza.

No son pocos los países que están mostrando un creciente interés en la bioeconomía como posibilidad real para el futuro y comienzan a dar contundentes pasos en esta dirección abriendo numerosas posibilidades para el campo de la investigación, la tecnología, el desarrollo y la industria sostenible.