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La Poesia, El Poeta y La Magia



LA POESÍA, EL Poeta Y LA MAGIA

Por Jano Brifonte

Según la enciclopedia Barsa Tomo XII de 1962, cito una fuente antigua, pero no tan vieja como el silencio, fueron los antiguos Egipcios, quienes nos legaron las raíces de la poesía, que inicio con los ritos mágicos de los sacerdotes, que combinaban música, teatro y palabra, como medio de acercarse a la divinidad, con el tiempo la trinidad de las artes se disolvió, y comenzaron cada una, su propia evolución, en esta génesis solo los grandes iniciados en los misterios, podían escribir u comprender la poesía, el poder de la palabra, venida del cielo y su autoridad sobre la tierra, capaz de sanar, enfermar, controlar la lluvia y el destino del hombre.

Siglos después en Grecia, y bajo la influencia sobrenatural y fortuita de las musas, se permitió que algunos hombres tuvieran el rayo de la inspiración, convirtiéndose en un don divino, otorgado por fuerzas irracionales, superiores al hombre (los dioses) que convierten al poeta en su vehiculo.

Pero la poesía no es única de estos lugares, en todas las grandes culturas surge de forma misteriosa la árabe, china, hindú, los aborígenes australianos etcétera. Como el fuego que ilumina las almas, así los chamanes Bompo del Tibet, cuya prueba final consiste en ir al cementerio, que dicho sea de paso distan mucho de los nuestros, los cadáveres se dejan sobre lozas de piedra en forma de T, para ser devorados por la aves de rapiña, pues se creé que están trasportan su espíritu al cielo, así solo y a media noche, con una flauta hecha del fémur de una virgen, cuyo sonido atrae a todos los demonios del lugar, debe crear por si mismo, palabras y hechizos, tan potentes para protegerlo, de igual forma los chamanes norteamericanos y nuestros mal llamados brujos, eran los encargados de construir las oraciones de los elementos, de los animales, siendo estos los primeros poetas que extraen las energías de la naturaleza. Así de la fuente poética brotaron muchos causes, algunos apenas y vivieron un par de siglos, pare terminar secos, otros en cambió se volvieron cataratas, que un retumban en nosotros.

Merecen espacial atención los místicos Sufi, que considera la poesía, el único medio de llegar a dios, esta es la piedra filosofal que busca la transmutación, de las cualidades invisibles y nuevas del universo y como su búsqueda trasformara al neófito en algo más.

Uno de los primeros estandartes fue Rimbaud, poeta adolescente que a los diecinueve años, ya había escrito toda su obra y sus famosa “Cartas de vidente” nos dice:

“…quiero ser poeta y trabajo para volverme vidente, no me comprenderá usted para nada y yo casi no sabría explicarle. Se trata de llegar a lo desconocido, por un desarreglo de todos los sentidos, los sufrimientos son fuertes, pero hay que ser fuerte, haber nacido poeta no es mi culpa, en lo absoluto…”

Este desarreglo consiste en dar significados nuevos, instantáneos, ardientes a todas las cosas y como el mismo agrega

“…todas las formas de amar, de sufrimiento, de locura, el mimo busca agotar en si todos los venenos, para no conservar mas que las quinta esencias, inefable tortura en la que se necesita toda la fe, toda la fuerza sobre humana, en la que se envuelve el gran enfermo, sobre todos los enfermos, el gran criminal, el gran maldito y el sabio supremo ¡Pues ha llegado a lo desconocido!...” (1)

El norteamericano Henry Miller que le dedico un biografía escribe

“… los signos y símbolos usados por el poeta, son una de las pruebas mas validas, de que le el lenguaje es un medio de tratar con lo indecible y lo inescrutable […] pedir al poeta que hable el idioma del hombre de la calle, es como esperar que el profeta, aclare sus predicciones. Lo que nos habla desde reinos mas altos y distantes vienen, envueltos en el secreto y el misterio…” (2)

Pero, no fue Edgar Allan Poe, quien con su método de composición, trato la creación, poética de forma tan científica y mecánica, que desvanece toda percepción de magia, en apariencia podría ser, pero no lo es, pues dice: “…el efecto a lograr en el poema debe ser universalmente apreciable, busca dirigirse al alma, no al corazón ni al intelecto…” inclusive el argentino Julio Cortazar, encontró en el poema el cuervo elementos provenientes de los irracional, como la nocturnidad, el angelismo y agrega “…como la poesía de Poe toda poesía es un urgencia…” (3)

Por tanto la poesía es también una acción, la realización de un rito, Rubén Darío en su cuento El velo de Reina Mab, refuerza este sentido trascendente y sobre humano al afirmar “… todos bebemos, del agua clara de la fuente de Junia, pero el ideal flota en el azul; para que los espíritus gocen de la luz suprema, es preciso que hacienda, yo tengo el verso que es de miel y que es de oro, y que es de hierro candente…” (4)

Y Bécquer lo reafirma de forma contundente:

“…sobre la poesía, no ha dicho casi nada, ningún poeta; pero en cambio hay bastante papel emborrado por muchos que no los son […] el que la siente se apodera de una idea, al envuelve en una forma, la arroja en el estadio del saber y para. Los críticos se lanzan entonces sobre esta forma, la examinan, la disecan y creen haberla comprendido, cuando han hecho sus análisis, la disección podrá revelar, el mecanismo del cuerpo humano, pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida ¿Cómo se estudian en un cadáver?...” (5)

Pero estas son viejas leyendas es hora que nuevas sangres, vengan en nuestra ayuda ¿Oliverio Girondo? ¡Presente! Pase al frente por favor.

“…la vida es un largo embrutecimiento, la costumbre nos, teje, diariamente una telaraña en las pupilas; poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, los mosquitos pueden volar tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles, y cuando deseamos viajar, nos dirigimos a una agencia de vapores. En ves de metamorfosear una silla en un trasatlántico […] la poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran, hasta que lo descubre un verdadero poeta…” (6)

Esta en la búsqueda incesante el magia en el mundo, escondida en las formas, entre las cejas, en las pestañas de todos y en hay que buscarlo del libro, en la mas medula no dice: “… entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente/ mientras lo endoinefable encandece los labios de sub voces, que brotan del intrafondo eufónico, con un pez grifo arcóiris en la mínima plaza de la fuente, hay que buscarlo/al poema…”

Las musa se han modernizado y auxiliada por la psicología, ahora se oculta en otras personalidades, como nos dice Alejandra Pizarnick, con la piedra fundamental de su libro Infierno Musical

“…no puedo hablar con mi voz, si no con mis voces- y fundar el deseo de la palabra la palabra del deseo- ¿Qué estoy diciendo? Esta oscuro y quiero entrar. No se que mas decir. (Yo no quiero decir, yo quiero entrar) el dolor de los huezos, el lenguaje roto en las palabras, poco a poco reconstruir el diafragma de la irrealidad…” (7)

Es un sentir, un palpitar universal como sugiere Octavio Paz:

“..Entre los que veo y digo/entre lo que digo y callo/entre lo que callo y sueño/entre lo que sueño y olvido/ la poesía…” (8)

Y nos lo explica en sus notas del libro Árbol Adentro “… siempre en creído en la máxima de Goethe: todas los poemas son poemas de circunstancias. Cada poema es una respuesta a un estimulo exterior o interior […] en la poesía se despliega el misterio de la libertad humana, el accidente la circunstancia, se convierten en obra, el verdadero tema de la poesía aunque siempre secreto y nunca explicito es la poesía misma...” (9)

y nos recuerda que Baudelarie define a la imaginación, como la facultad de descubrir, las relaciones escondidas entre las cosas, es decir su oculta unidad.

Para finalizar descubrir, la magia convierte al poeta en chaman y al poema en el alimento del alma.

La magia es la mente infinita que necesitamos, para conocer a Dios. (10)


Notas:

1. Artur Rimbaud. Una temporada en el infierno e Iluminaciones. Argentina, Ediciones Longoseller 2005.

2. Artur Rimbaud. Ibíd.

3. Poe para principiantes, Gabruiella Stopppleman. Argentina. Ediciones Era Naciente, 1999.

4. Rubén Darío. Azul, México, Colección Austral, 1981.

5. Gustavo Adolfo Bécquer, Cartas literarias a una mujer, España, Ediciones Mateo, 2000.

6. Oliverio Girando, Antología poética, Madrid, Visor de Poesía, 2001.

7. Alejandra Pizarnick, La extracción de la piedra de la locura y otros poemas, Madrid, Visor de poesía, 1993.

8. Octavio Paz, Árbol adentro, España, Biblioteca breve, 1990.

9. Octavio Paz, Ibíd.

10. Jano Brifonte. Aquí, Ahora Ya.



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