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Nosotros contratamos una excursión de dos días ya que se dice que no es un lugar para ir de broma o sin guía. No son infrecuentes los accidentes, sobre todo en la época lluviosa en la que los senderos pueden desaparecer en algunos tramos o incluso se llegó a hablar de asaltos de diversa índole, de los que serán verdad la cuarta parte. Queríamos ir por nuestra cuenta, pero ante los sucesivos consejos de guías de viaje y hosteleros decidimos ir organizados. A las 7.50 de la mañana estábamos con nuestros macutos en la agencia y, más que nada, para evitar cualquier tipo de timo o escaqueo nos hicimos unas fotos del recorrido. No sabíamos lo que nos esperaba, en todos los sentidos. Aquí os dejamos un pantallazo de nuestra excursión.El precio, 48€ por persona, incluía el coche con conductor y al que nosotros llamamos el "sherpa", el guía vaya, el alojamiento y alguna comida.
Nuestra primera parada fue un lago que vimos de lejos, la verdad que el valle se veía lejano pero precioso , una vez tomada la foto nos metimos de nuevo en el coche. El tiempo no era del todo maravilloso y temíamos porque se tornara nublado y nos chafara las vistas. La segunda parada fue el Primer Meandro del Río Yangzi , que se advierte mejor desde lo alto de la colina en vez desde el mercadillo en el que nosotros hicimos la parada técnica. Finalmente arribamos a la población o punto de partida del Trekking, QiaoTou . En la época del año que fuimos nosotros no había ni un alma, así que mejor.
De Qiaotou al sendero de las 24 curvas
Dejamos el coche en Qiaotou y nos preparamos para el trekking. Ya empezamos a ver las cualidades de nuestro guía: un auténtico fondista, un tío que iba prácticamente corriendo por los sinuosos senderos del valle. Cuando levantábamos la cabeza atisbábamos su camisa naranja en la lejanía, muchas veces la única referencia para saber por dónde iba el camino o que bifurcación tomar. Más que un guía, era una boya . Pero no éramos sólo tres, un inglés, Sam , que llevaba 4 meses de viaje por Asia, se había apuntado a la excursión. Con más pánico que yo a las alturas y una forma física lamentable, dudamos si lo pasó bien. Si nosotros íbamos retrasados respecto al serpa, éste casi ni avanzaba, prácticamente infartado desde el minuto tres. Un par de veces nos quedamos esperándole aún a riesgo de perder la referencia del naranjito. En fin, esto son cosas menores. Cada tres minutos nos parábamos a mirar dónde estábamos: en el auténtico quinto pino pero un impresionante quinto pino .
Después de unas tres horas de andar por el valle y descansar brevemente en el pueblo de Nuoyu , el camino se empezaba a empinar seriamente, hasta el punto de sólo mirarte a los pies durante casi una hora. El camino de las 24 curvas no puede tener mejor nombre, de ciento ochenta grados y cada cual con más pendiente, llegamos al pico realmente reventados.
Precipicios, cascadas y senderos infinitos.
Después de almorzar algo tras la paliza y comprar agua a precio de ruina, exagerando claro, emprendimos de nuevo el viaje. Esta vez el escenario cambió ligeramente. Estábamos unos mil metros por encima del curso del río y los precipicios empezaron a aflorar en los recodos del camino. La vista del río, impresionante. En una de los tramos tuvimos que cruzar una cascada que ya habíamos visto desde lejos. Desde luego la situación de carrera seguía igual. El serpa había demostrado que ganó por goleada y de Sam hacía tiempo que no sabíamos de él. El último tramo del trekking, hasta la posada en la que nos alojaríamos fue la más “cansina”, una fina bajada pero interminable. No podíamos más. Al llegar a Tina´s estábamos destrozados, los tobillos, pasando por los gemelos y los muslos, hasta las abdominales, hombros, mochila e incluso las ideas estaban cansadas. Un merecido descanso nos esperaba o más bien no quedaba más remedio que descansar pues al día siguiente bajaríamos a la garganta propiamente dicha.
Fueron exactamente OCHO horas de caminata en la que recorrimos 22km por un camino que ni siquiera las cabras querían coger.
Me vuelvo loco con las fotos de este sitio. Fue una maravilla. Si queréis ver más:
Yunnan, naturaleza desbordante.