Capítulo Tres milésimo sexcentésimo trigésimo: “¿Qué podemos hacer cuándo alguien nos llama hijo de puta?, mantener la serenidad, dirigirnos tranquilamente al que nos lo ha dicho, abrazarle y decirle: !Hermano!" (Juan E. 35 años, diplomático)”.
Los ocho días de oro duran catorce, una semana fantástica veinte días, celebran su aniversario cada tres meses y las quincenas sorprendentes se alargan mes y medio. Algo que, por cierto, tiene que confundir a los que aún se interesan por lo que aprenden en el colegio (si es que queda alguno).
Pero si hay algo que dura, dura y dura, son los cargantes anuncios de colonias que empiezan en Navidad –y eso es desde octubre- y llegan sin bajar el ritmo hasta el catorcedefebrero. Pero, ¿qué pasa? ¿Es que la gente sólo regala colonias en navidad y en sanvalentín? Pues igual sí. Y luego ocurre lo que ocurre, que de enero a marzo los aromas a lavandas, a maderas de naranjo y a gamusinos del Aconcagua se desatan, pero llega Abril, se acaba el frasco (que con la historia de que es mejor lo de los frascos pequeños es a lo más que llegan) y !venga!, a oler a sudor otra vez hasta diciembre. Aunque tal y como huelen algunas colonias no digo yo que no sea preferible.
Podían poner otra navidad (extra y vacaciones incluidas) en agosto. En cuestión de olores sería mucho más lógico.... laboratorio de guerra.
This post first appeared on Peluche. Tantos Hombres Y Tan Poco Tiempo, please read the originial post: here
