Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

176. Desde las cloacas

176. Desde Las Cloacas

    Tuve deseos de odiarte, pero eran deshonestos por mi parte. Porque yo, al igual que tú, también engañé a la persona que amé. Mirándola por encima del hombro, desde arriba, cuando siempre estuve muy por debajo de ella.

    A él lo tratabas con displicencia y desdén, y parecías disfrutar con ello. No sé muy bien en qué momento nos volvimos indignos y dejamos de lado el respeto, salvo para pisotearlo cegados de vanidad. 

    Desde luego, ambos merecían algo mucho mejor que nosotros. 

    Ha pasado mucho tiempo. Mi corazón ha envejecido y solo queda el reconocimiento de errores irreversibles y una catarsis purificadora. Y después de todo aquel montón de mierda, hoy, nos Hemos vuelto a ver. 

    Nos hemos reconocido, pese al tiempo pasado y la distancia que nos separaba, y he sentido en tu inmovilidad el mismo deseo de acercamiento que has percibido tú en la mía.

    Me he imaginado de nuevo contigo, y he recordado aquellos dos animales envenenados que fuimos. Y me he preguntado por qué no cometer una jodida locura allí mismo. 

    ¿A quién coño le importa si de nuevo todo se va a la puta ruina? Seamos otra vez portaestandartes del dolor y la mentira. Tú y yo otra vez.

    Pero nos hemos contenido, y segundos después nos hemos movido para continuar con nuestras vidas. Quizá aprendimos algo de todo aquello. Quizá aquello nos cambió y ya no somos los mismos.

    En cualquier caso, nos perdemos de vista dejando claro que ni tú te acercarás a mí, ni yo permitiré que lo hagas.




This post first appeared on La Madre Que Parió Al Pato Negro, please read the originial post: here

Share the post

176. Desde las cloacas

×

Subscribe to La Madre Que Parió Al Pato Negro

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×