Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

175. Tres minutos

175. Tres Minutos

    Alguien, de máxima autoridad, dio una orden. 

    Mientras, el mundo seguía con su obstinada rotación secular, y sus habitantes seguíamos demasiado ocupados en encontrar un sentido a nuestra existencia. Algunos ignorantes continuaban arrodillándose ante estúpidas estatuas y símbolos. Otros, atendiendo a la razón y la ciencia, habían perdido toda esperanza. Y los más afortunados vivían en sus confortables burbujas virtuales, sonrientes y felices.

    Nos hicieron creer que las urnas eran nuestra voz y que podíamos decidir. Que éramos capaces de cambiar el mundo cuando solo se nos permite observarlo, y a poder ser, sin hacer demasiado ruido. Y consiguieron que nos sintiéramos dueños de nuestro destino, e incluso que controlábamos nuestra realidad más inmediata. 

    Pero alguien, de máxima autoridad, dio una orden, y un par de manos obedientes giraron un par de llaves en un gesto sincrónico. El protocolo nuclear fue activado y se impuso su lógica devastadora. Y la jodida verdad era que no teníamos ni puta idea del rumbo que tomarían nuestras vidas en los próximos Tres Minutos.




This post first appeared on La Madre Que Parió Al Pato Negro, please read the originial post: here

Share the post

175. Tres minutos

×

Subscribe to La Madre Que Parió Al Pato Negro

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×