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Lecturas riesgosas: la filosofía de Nietzssche, Heidegger y el fascismo

 

Lou Andreas Salomé, Paul Ree y Nietzsche

- Mirá esta foto de Calamaro y Juan Grabois sentados en Café Tabac. Calamaro está leyendo el nuevo libro de Grabois, Los peores; y Grabois lee el diario La Nación.

- Bueno, pero ¿qué problema ves? Cristina, calculo, también por obligación debe leer La nación,el Clarín y todas esas porquerías. Lamentablemente deben de hacerlo por una cuestión estratégica. 

 - Sí, señalé sí, subí la foto sin intención persecutoria. Calamaro en twitter todos los días sube una foto de su mesa en Tabac, con un pocillo de café, una medialuna y la editorial de La Nación. Le gusta jugar con la provocación. Esta vez se habrá puesto de acuerdo con Grabois para leer Los peores. La foto justamente da qué pensar sobre el acto de lectura, leer algo no implica adherir a lo que se lee. Por suerte Calamaro no se fotografió con Milei ni Grabois le llevó el libro a macri. David Viñas leía La Nación. No estoy tratando de denunciar nada. Yo leo a Nietzsche a pesar de que algunas ideas conducen al fascismo. 

- Uhh.. Vos me tirás esas frases fuertes. Siempre creí que esa era una lectura tergiversada de Nietzsche, que en realidad la hermana era la de ideas fascistas. No tengo muchos elementos para debatir con vos, porque a Nietzsche lo leí poco. 

 - Bueno, a Nietzsche lo tergiversaron los nazis en parte, pero sobre la base de un pensamiento que tenía semillas de fascismo. Los franceses lo quisieron disimular, pero leé La genealogía de la moral, libro publicado en vida por Nietzsche sin manipulación posible de su hermana. Tratá de poner esas ideas en práctica en Argentina y después hablamos. Pero no todo en Nietzsche conduce al fascismo. El tenía un lado fascista y otro cristiano y otro gay y otro iluminista. No estaba bien del mate y según los días uno predominaba sobre los otros. 

 - Entonces ¿no es verdad que su hermana manipuló sus textos? 

 - Te paso un dato decisivo: todos los textos que circulan atribuidos a Nietzsche fueron escritos por él, salvo Mi hemana y yo que es una patraña muy posterior a su muerte. Entre las cosas que los franceses y los porteños afrancesados trataron de confundirnos está la idea falsa de que la hermana agregó en los fragmentos póstumos algunos textos pro-nazis que Federico no escribió. Falso de toda falsedad. Elizabeth Nietzsche en en la década de 1930, ya anciana, negoció el financiamiento del archivo Nietzsche con el régimen nazi y esto implica que ella incidió en qué textos se daban a conocer y cuáles no, de modo que ocultó fragmentos donde Nietzsche abominaba del nacionalismo alemán o bien atacaba despiadadamente a los antisemitas, cosas así escritas por FN que al nazismo no le convenía que se difundieran. Pero mucho antes, a fines del siglo xix, después de que Nietzsche tuviera el brote psicótico en Turín, ella colaboró con Heinrich Köselitz, el amigo de su hermano conocido por su pseudónimo Peter Gast y juntos se encargaron de hacer una selección extraída de los cuadernos que contenían miles de fragmentos póstumos. Esa selección fue en realidad comandada por Gast y la hermana más que nada contribuyó aportando los cuadernos que había conservado y encargándose del laburo de "marketing", cuando fue publicada años después con el título La voluntad de poder, obra controversial sobre cuya autoría se hizo caer la idea de que Nietzsche había sido manipulado en favor de los nazis. La arquitectura de ese libro como tal, con ese título, Nietzsche nunca la decidió, pero cada una de las palabras que aparecen fueron escritas por él, sin ningún agregado. Lo que Elizabeth y Gast hicieron fue darle una estructura que su hermano no había decidido. Y ocultaron fragmentos que no iban bien con el antisemitismo que ella sí profesaba. Pero jamás puso una palabra que su hermano no haya escrito. Así que cuando uno lee cosas espantosas como que una civilización para enaltecerse debe sacrificar a los deformes y malogrados, este tipo de aberraciones no es un agregado de Elizabeth sino una idea original del pobre Federico, quien quizá no habría sobrevivido a un régimen que se basara en sus ideas: lo habrían tenido que sacrificar por degenerado. Pero los franceses y los porteños afrancesados usaron este entuerto para hacernos pensar que Nietzsche era un crítico del poder, un postmarxista de centroizquierda como Foucault o Deleuze, digamos. Pero no: en vida fue un furioso anticomunista, antisocialista, contrario a la idea de derechos humanos, aristocratizante, despreciador de lo que llamaba la plebe. Después, los franceses postestructuralistas nos explicaron que cuando FN se burlaba así de la plebe en realidad se estaba refiriendo a otra cosa, a no sé qué cosa fea que no era el pueblo. Después de todo lo dicho, sostengo que a Nietzsche hay que leerlo con mucha atención, sobre todo para pensar sus inconsistencias y la razón por la cual nunca iba a poder terminar de darle forma a lo que llamaba su "obra capital".

- ¿Entonces sostenés que la hermana fue inocente de la manipulación a posteriori que hizo el régimen nazi de Nietzsche?

-Respecto a los detractores de Elizabeth: - es verdad: negoció con el régimen nazi el financiamiento del archivo; - es verdad, era antisemita; - es verdad, estaba casada con un nazi que vino a fundar una demencial colonia germánica en Paraguay. Pero hay una cosa que ni Foucault ni nadie podrá jamás negar: si no fuera porque ella con devoción guardó ese montón de manuscritos que Nietzsche alguna vez manifestó su decisión de tirar a la basura hoy no conoceríamos una parte fundamental de la obra de Nietzsche, que los actuales académicos de estudios nietzscheanos le consagran una próspera industria extractivista. Así que yo a Elizabeth Nietzsche no la cancelo. Por eso tampoco me voy a ofender si Grabois o Calamaro leen La Nación...

Heidegger en su cabaña de Messkirch

- Sí, después de estos argumentos, que Grabois o la misma Cristina lean La Nación no te escandaliza nada, che. Tendré en cuenta lo que decís cuando me ponga a leer a Nietzsche. No voy a negar que en muchos debates, también en la facultad, se habló de una lectura de Nietzsche en términos fascistoides, pero siempre alegaron que fue la hermana quién pudo haber intervenido en ello. Ahora voy a leerlo con esta data. Entonces, última pregunta: ¿a Heidegger también hay que leerlo atento a un despliegue de ideas fascistas? 

-Según yo entiendo Heidegger no es fascista ni mucho menos antisemita en los textos donde expone sus pensamientos fundamentales: Ser y tiempo, Carta sobre el humanismo, Arte y verdad, La cuestión de la técnica. Ahora, te complico más las cosas: él fue contemporáneo del nazismo e incluso en 1933 se afilió al Partido Nacionalsocialista Alemán. En algunos pasajes no decisivos de la orientación de su obra se refiere al Führer. Durante nueve meses de 1933 fue rector de la universidad de Friburgo, en esos meses manifestó públicamente su mayor entusiasmo por el nazismo, que no dejó escrito en ninguna obra filosófica de peso; podés encontrar alguna declaración suelta en algún libelo que no se estudia en ninguna parte, porque carece de relevancia filosófica. Ese entusiasmo no lo encuentro en sus libros. Un acto que lo deja mal parado: la primera edición de Ser y Tiempo, publicada antes del régimen nazi, estaba dedicada a su maestro en la escuela fenomenológica y antecesor en Friburgo Edmund Husserl, que era judío; pero en la segunda edición, con el nazismo ya entronizado, Heidegger omite esa dedicatoria, que volverá a introducir una vez terminada la guerra. Si me preguntás, lo veo antes como un acto de cobarde oportunismo político que como una manifestación de antisemitismo. Nueve meses dura como rector de Friburgo, renuncia por discrepancias con la política académica nazi y empieza un gradual distanciamiento del régimen. Desde 1936 da cursos sobre Nietzsche en los que polemiza veladamente contra la interpretación que los intelectuales orgánicos del nazismo hacían de Nietzsche: es decir: en sus cursos Heidegger niega la lectura de Nietzsche que hacían los nazis. Incluso después dijo sospechar que a esos cursos asistían infiltrados espías del régimen que lo estaban vigilando. Una en contra: nunca se desafilió del partido nacional socialista. Cuando termina la guerra, los vencedores empiezan un proceso de desnazificación que le impide dar clases durante algunos años. Por ese entonces, empieza en Europa occidental, sobre todo en Francia, un movimiento para "descancelar" a Heidegger, por considerarlo un gran filósofo. Ese movimiento de reivindicación es encabezado por Sartre con su breve libro El existencialismo es un humanismo. El argumento principal que usa Sartre para salvar a Heidegger es que el alemán era un existencialista ateo y que el existencialismo era en realidad una filosofía humanista. Curiosamente, Heidegger escribe una célebre Carta, donde niega la interpretación bienintencionada que había hecho Sartre de él. En Carta sobre el humanismo Heidegger desmiente a Sartre en tres puntos fundamentales que podrían haber acelerado su rehabilitación: - dice que él no es existencialista; - dice que él no es ateo; - ¡y dice que él no es humanista! Es decir, no cede ante la versión pasteurizada que Sartre y favorecedores intentaron. De todos modos, si me preguntás, yo creo que en los libros filosóficos de Heidegger no hay rastros del nazismo y que él es en realidad el pensador fundamental para criticar la civilización tecnocientífica que en el mundo globalizado se extiende por el planeta. Me parece que nadie antes ni mejor que él pensó los problemas actuales de la informática No creo que leyendo ningún libro de Heidegger caigas en la tentación de volverte nazi.



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