Ojisan to Marshmallow, es otro anime de episodios de cinco minutos que parece otro formato de pobreza para los estudios de animación japoneses que enfrentan una saturación de mercado.
La adaptación se basa en un manga de comedia romántica escrita y dibujada por Rekomaru Otoi.
La historia es bastante simple, son momentos cómicos de la vida de Habahiro Hige, un oficinista obeso de mediana edad que tiene una gran obsesión por los malvaviscos.
Iori Wakabayashi, su compañera de oficina, está enamorada de Hige y mediante su obsesión por los malvaviscos intenta demostrar sus sentimientos, aunque dicho sea fracasa por el pensamiento unidimensional.
De esta historia no se apenas nada, ni su duración y bueno, cinco minutos para unos chistes románticas no es lo peor de mi día.
En primer episodio Iori se compra unas malvaviscos y hace que Hige la persiga por la oficina quitándole los malvaviscos que lleva en la boca.
Más tarde se compra todos los malvaviscos para obligar a Hige que haga lo que quiera.
Ella le pide un hijo con gula, lo que ni yo sé que significa, aunque Hige le da crías de angulas.
Crítica
Está bien, son segmentos cómicos que no persiguen una historia más compleja que solo un risa fácil, yo simplemente no me creo que una chica guapa siga a un hombre gordo... pero vamos un harén, puff, ya eso se pasó de ajo y cebolla.
Como otras series del estilo, no pierdes nada viéndola.
La adaptación se basa en un manga de comedia romántica escrita y dibujada por Rekomaru Otoi.
La historia es bastante simple, son momentos cómicos de la vida de Habahiro Hige, un oficinista obeso de mediana edad que tiene una gran obsesión por los malvaviscos.
Iori Wakabayashi, su compañera de oficina, está enamorada de Hige y mediante su obsesión por los malvaviscos intenta demostrar sus sentimientos, aunque dicho sea fracasa por el pensamiento unidimensional.
De esta historia no se apenas nada, ni su duración y bueno, cinco minutos para unos chistes románticas no es lo peor de mi día.
En primer episodio Iori se compra unas malvaviscos y hace que Hige la persiga por la oficina quitándole los malvaviscos que lleva en la boca.
Más tarde se compra todos los malvaviscos para obligar a Hige que haga lo que quiera.
Ella le pide un hijo con gula, lo que ni yo sé que significa, aunque Hige le da crías de angulas.
| Calificación: 6.6/10 |
Está bien, son segmentos cómicos que no persiguen una historia más compleja que solo un risa fácil, yo simplemente no me creo que una chica guapa siga a un hombre gordo... pero vamos un harén, puff, ya eso se pasó de ajo y cebolla.
Como otras series del estilo, no pierdes nada viéndola.
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