A Veces definimos como series lésbicas aquellas en las que tenemos algún personaje lesbicanario que puede o no salir demasiado, pero no te preocupes porque Feel Good no es una de esas. Si quieres ver una serie en la que la pareja lésbica sea la absoluta protagonista y que además te entretendrá muchísimo, ya estás tardando en irte corriendo a Netflix.

Pero más allá del tiempo aire de la pareja lésbica en esta serie, por favor, ve Feel Good porque es un serie increíble a secas. Una de esas que verías aunque la pareja fuera hetero, pero lo que la hace precisamente más especial es que, para variar, es una serie que profundiza en los problemas que tienen mujeres en relaciones con otra mujeres y con la que estoy segura te podrás sentir identificada.

La historia gira alrededor de Mae (Mae Martin), una cómica canadiense que vive en Londres y está intentando hacerse un nombre y básicamente sobrevivir. En el camino se topa con George (Charlotte Ritchie) una mujer que en teoría es heterosexual pero en la práctica está totalmente atraída por Mae y se terminan enrollando. ¿Les suena a alguna película? Pues esto son los primeros minutos de Feel Good, así que no se preocupen porque básicamente esta es la información que se pueden encontrar en el tráiler.

Quizá mi parte favorita de la serie es que nos presenta personajes que no son perfectos, más bien todo lo contrario y eso es lo que los hace sumamente interesantes. Porque son tú o yo, son personas que son intrínsecamente buenas, pero toman a veces decisiones muy malas. Gente que no está perfectamente desarrollada, que tiene miedos y problemas que veces no sabe resolver. En conclusión: personas.

Mae está lidiando con sus problemas de adicción y con la sensación de no ser suficiente para George y George lucha contra su homofobia interiorizada y el miedo a cambiar toda su vida. Las dos se quieren con todo, pero ¿son buenas la una para la otra? ¿Qué pasa con las relaciones cuando pasas de ese periodo de luna de miel y profundizas en la otra persona?

Hace muchos años, cuando tenía como 16, recuerdo que una tía mía estaba hablando del amor y de cómo cuando eres adulto y te casas pasabas de ese amor idílico a otro tipo de cariño más profundo pero menos apasionado. De cómo ya no había esa especie de euforia y de querer pasar con esa persona cada segundo de tu existencia y compartir con ella todo tu ser y pasabas a amar de manera más intensa porque no amabas a la persona que tú soñabas que es tu pareja sino la que realmente es.

En ese entonces, recuerdo muy vívidamente haber pensado que había un poco de amargue de fondo. Fue como: «estoy segurísima de que jamás me podría sentir así porque el amor es esto que siento y esa versión descafeinada no se parece ni un poco». Pero la cosa es que he ido creciendo y llevo 20 años con Genix y la realidad de las relaciones es que no siempre son geniales. Que tienes que enamorarte de tu pareja muchas veces, porque todas cambiamos y maduramos y a la Paola de 19 no es la misma que la de 39. Tenemos muchas cosas en común pero también otras cosas diferentes.

En fin que tampoco quiero darle mil vueltas pero qué Feel Good me recordó precisamente ese episodio y por eso me gusta tanto. Porque nos habla de una relación real, con mucho amor, pero con problemas por resolver.

Puede que ustedes estén pensando: «necesito cosas bonitas y no dramones locos» sobre todo en este momento. Y ya les digo yo que estoy igual. Pero que aunque esta serie toca temas difíciles, lo hace con un humor y unos diálogos hilarantes. Que se van a reír mucho, que el corazón les dará muchos vuelcos, que hay momentos super románticos y sí hay problemas, como en la relación que están teniendo ahora mismo con su chica o la que van a tener mañana con la que no han conocido aún.

Además tenemos que hablar de sexo lésbico porque hay muy buenas escenas y se nota muchísimo que están escritas por una mujer. Porque es sexo divertido, terriblemente sexy y muchas veces muy imperfecto. Y es que puede que las novelas lésbicas te cuenten que la viste y esa misma noche lo supiste todo de ella y tuvo cuatrocientos mil orgasmos. Pero una vez más, en el día a día a veces las cosas no salen tan perfectas.

Feel Good tiene apenas seis episodios. Y digo apenas porque se me han hecho cortísimos, se me han pasado volando porque cada uno de ellos es una gema que me ha encantado. No hay capitulos de esos de esos de relleno que a veces ponen porque ya no tienen más que contar. Quizá lo mejor que puedo decir de la serie es que es honesta y se nota. No hay nada plástico en ella, todos los personajes son creíbles y las actuaciones te dejan de piedra.

Tanto que a veces amas con pasión desenfrenada a Mae y te dan ganas de ahorcar a George, pero el episodio siguiente te pasa todo lo contrario. Vas a shippear muy, pero que muy fuerte, así que prepara el corazón. Yo solo te digo que, por favor veas la serie porque contenido lésbico de calidad como este hay muy poco, así que hay que disfrutar de los grandes placeres que nos da la vida.

El post Feel Good: la serie lésbica que tienes que ver ya fue publicado originalmente en Lesbicanarias. por Paola Mejia