Los que lean de vez en cuando el blog ya sabrán de mi especial animadversión hacia los carteles/pósters de películas que utilizan como único reclamo el "careto" o "caretos" del protagonista o protagonistas para vender cuantas más entradas mejor. Son imágenes que apenas disimulan con algún que otro efecto aquí y algún brillo allá la descarada intención de vender la película a través de su estrella o estrellas principales en vez de, por ejemplo, las virtudes de la historia que se cuenta. Esto demuestra que, o la película no es todo lo buena que debiera ser, de ahí que confíen prácticamente en el valor de atracción de la estrella como única arma de marketing, o que los productores no las tienen todas consigo a la hora de vender su "producto" y apelan al valor más seguro que tienen, la estrella. Y que conste que entiendo que, por desgracia, muchas veces ésta es la mejor forma, incluso a veces la única, de vender ciertas películas. Pero es una forma de promoción que nunca me ha gustado. Llamarme raro.
De todas formas todo este rollo anterior viene a colación porqué hoy han aparecido en internet dos carteles (bueno uno de ellos ya estaba pululando desde hace unos días) que, utilizando precisamente los "caretos" de sus estrellas principales en los mismos, consiguen transmitir perfectamente todo lo que la película ofrece. Dos carteles que, por una vez y para que sirva de precedente, usan el rostro de sus estrellas de una forma mínimamente creativa consiguiendo así que éstos queden integrados en un todo y resulten mucho más expresivos e interesantes.

El primer cartel es de "El número 23" (The Number 23) la última película del muchas veces odioso Jim Carrie, que vuelve aquí con un papel dramático con la intención de resarcirse de la mala suerte que últimamente parece que le acompaña (varios de sus proyectos o se han caído de su cartera o han sido cancelados "sine die" hasta el punto de que se ha visto obligado a prescindir de sus representantes de toda la vida). Una extraña cinta dirigida por el, aveces interesante Joel Schumacher , director de ese pequeño clásico de los 80 que todo aficionado al cine fantástico que se precie debería ver, "Jovenes Ocultos" (aunque también es el responsable de esos dos mamotretos con batman de protagonista que son "Batman Forever" y Batman y Robin) que nos cuenta como un hombre normal y corriente comienza a obsesionarse con un libro titulado como la película que predice su propio asesinato y que ve como poco a poco el número 23 se le aparece hasta en las más insospechadas formas hasta el punto de llevarle al borde de la locura. Una película que mezcla pequeñas dosis de fantasía, thriller, locura, obsesiones, y Jim Carrey, que viniendo de quien viene es toda una incógnita que puede resultar tanto una interesante película como una tomadura de pelo de tomo y lomo.

Y el segundo cartel es de una película de la que ya os hablé con anterioridad en el blog, Smoking Aces, una comedia de acción al estilo multirreferencial de Quentin Tarantino dirigida por un Joe Carnahan desatado y protagonizada por un largo elenco de actores más o menos conocidos que ya contó con un anterior poster quizás también bastante adecuado pero no tan claro y directo como el que acompaña este post: los rostros de los protagonistas en tonos sepia, casi en escala de grises, balas y ciertas pinceladas en tonos rojizos todos ellos expuestos en una composición que juega al desequilibrio controlado y que promete lo que presagiaba el primer trailer: acción desenfrenada, muchos personajes y una trama criminal que, en el fondo, seguramente será lo de menos. Esperemos que no defraude y que tanto el trailer como el cartel no sean lo mejor que ésta película nos puede ofrecer (dentro del género al que pertenece, claro está).

Dos ejemplos de carteles que, sin ser una maravilla, describen perfectamente las películas a las que sirven de reclamo y publicidad.

Ver el trailer de The Number 23

Ver el trailer de Smokin'Aces

Barry Collins, niño carteladicto.