En el artículo de hoy os vamos a presentar uno de los pueblos recuperados más bonitos de España, Búbal.

Ubicado en el término municipal de Biescas, en la provicia de Huesca y muy próximo al Pirineo Aragonés se encuentra Búbal, uno de los muchos pueblos aragoneses abandonados que corrió esta suerte debido a la construcción del Pantano que lleva su nombre el embalse o pantano de Búbal.

En pleno Valle de Tena, su presa fue inaugurada en 1971, momento en el cuál se comenzó a retener y embalsar el agua en un pantano con una capacidad total de 65 hm³. Hasta este embalse llegan las aguas del río Gállego, afluente del río Ebro, además de las de otros pequeños arroyos que descienden desde las cumbres Pirenáicas.

La construcción del pantano anegó más de 200 hectáreas que en su mayoría estaban dedicadas a pastos y agricultura, pero entre las mismas se encontraba el pueblo que dio nombre al pantano, el municipio de Búbal. Otras localidades cercanas como Saqués y Polituara también fueron expropiadas y a día de hoy siguen estando deshabitadas.

La expropiación del municipio corrió a cargo de la Confederación Hidrográfica del Ebro con el único fin de construir el embalse de Búbal. El pantano inundó gran parte de la localidad y la mayor parte de las casas fueron finalmente demolidas. Este fue el motivo por el cual todos los vecinos tuvieron que abandonar sus casas y dejar atrás su pueblo, ya que el agua inundó sus tierras, su principal medio de vida.

A pesar de ello, no todo el pueblo fue anegado por las aguas, la parte más alta del pueblo no fue demolida aunque a pesar de ello sus habitantes decidieron irse. El poder contar con la parte alta del pueblo todavía descubierta y a orillas del pantano, hizo que en 1984 se comenzara un plan de recuperación del municipio gracias al Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados en el que participan el Gobierno de Aragón, el Ministerio de Educación y Ciencia, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Vivienda.

Desde este momento, cientos de personas entre las que destacan colegios, han pasado sus campamentos de verano recuperando los edificios y las calles de la localidad lo que tras varias décadas de un gran trabajo a día de hoy se puede disfrutar de un entorno ideal gracias a su recuperación, que incluye incluso su iglesia parroquial de San Martín, que data del siglo XVIII.

En 2010, el Ministerio de Educación cedió su titularidad al Gobierno regional, a consecuencia del Real Decreto 243/2010, por el que el Estado cedió a la Comunidad de Aragón la propiedad del pueblo por lo que desde este momento este municipio es pasa a propiedad Autonómica, ente que a día de hoy gestiona el municipio.

Desde que se comenzó su recuperación y hasta la fecha, Búbal es un lugar educativo en el que a través de diferentes acciones que principalmente tienen lugar en verano, la Comunidad intenta acercar a la juventud al mundo rural con el fin de que éstos puedan llegar a conocer cómo es la vida rural en un municipio del Pirineo Aragonés.

Búbal se localiza al borde de la carretera C-136, carretera que respeta el trazado del antiguo Camino Real que hasta la construcción del Embalse de Búbal recorría junto al río Gállego todo el valle de norte a sur.

Para acceder a la localidad solo hay que llegar hasta Biescas y seguir la carretera que une esta localidad con la estación de esquí de Formigal. Justo a mitad de trayecto se puede ver un gran pantano o embalse que bordea los municipios de Piedrafita de Jaca y Tramacastilla de Tena, ese embalse es el Pantano de Búbal y justo en la presa del mismo, y a la izquierda si se va dirección Formigal, se puede ver el pequeño pueblo de Búbal.

Junto a la localidad se encuentra la conocida Peña Telera, lugar en dónde nace la Selva De Búbal, un profundo bosque desde donde se divisan bonitas vistas del pantano y de la Sierra Tendeñera.

Justo al lado del municipio de Búbal se encuentra el Residencial Búbal, un auténtico resort vacacional en dónde podéis encontrar alojamiento y restauración para pasar unas estupendas vacaciones.

Este resort cuenta con decenas de apartamentos y bungalows, así como un bar y cientos de metros de zonas verdes en las que los más pequeños podrán disfrutar de la libertad del campo mientras los mayores descansan con la tranquilidad de no haber riesgos.

El complejo cuenta con una espectacular piscina que hace la delicia de los mayores y los niños durante sus vacaciones en el Pirineo Aragonés.

Además para grupos grandes este complejo es ideal puesto que cuenta con chalets de más de 10 personas de capacidad.

Sin duda Búbal no es solo un lugar de aprendizaje para los más jóvenes, Búbal es mucho más, es un lugar en el que descansar en vacaciones de verano respirando aire fresco y sintiendo la tranquilidad de la montaña y también es el lugar ideal para que los amantes del esquí descansen entre jornada y jornada.

Por su cercanía a pistas, este pueblo es el elegido por cientos de esquiadores para descansar y tomar fuerzas para el día de esquí.

A tan solo 15km del pueblo se encuentra la estación de esquí de Formigal y la de Panticosa a poco más de 10km, eso sí, esta segunda con un acceso un poco más complicado que te llevará una media hora acceder. A Formigal llegarás en poco más de 15 minutos.

Además este municipio se encuentra en las puertas de Lacuniacha, el Parque Funístico del Pirineo, por lo que es la opción ideal para disfrutar de los animales y de una escapada en familia en el Pirieneo.

Y por si esto fuera poco, a tan solo 3 km de la localidad puedes disfrutar de la tirolina más larga de Europa, uno de los puntos con más visitantes de todo el Pirineo Aragonés y que aconsejamos a los más intrépidos.

Por todo ello, si quieres escaparte al Pirineo o tomar unas vacaciones de verano, Búbal es la opción ideal, descansa allí y disfruta de todo lo que la zona te ofrece.