. . . . FRAGMENTO. . Conmovido por estas. profundas reflexiones metafísicas,. entera mi pasión, Cual nube alada,. lloró sobre mi alma su agonía,. y yo abracé mi soledad entonces,. para allá, desterrado, ajeno, sin la. presencia de otro amigo que no fuera. el que amoroso nos donó la vida, fundirme en la ternura de su paz infinita.... Fue tras ello que mi palabra trémula. dejó el alma de Alipio sorprendida,. espantada, perpleja,. cual si observara alguna maravilla.. . San Agustín de Hipona