La Luna representa un estado de depresión (no hay ningún ser humano en la escena, como diciendo que está hundido en sus propias angustias) y todo aquello que se nos presenta oscuro, que nos genera dudas e inseguridades, miedos generalmente irracionales. El personaje, ausente aquí, se encuentra paralizado, sin poder avanzar ni tomar decisiones. La pálida luz de la luna hace que nada se vea .