Es bien sabido por todos que las grandes empresas hoy en día libran batallas en los tribunales. Las ideas, diseños y estrategias se pagan con mucho dinero, y cuando una de las empresas parece que toma como referencia a otra, este última discrepa y empieza una nueva guerra. Esto mismo es algo que parece que vuelve a ocurrir con Samsung y Apple, de la que esta última acusa a la primera del plagio de algunos diseños.

Y es que Apple y Samsung han sido el centro de la competencia en el mundo de la telefonía móvil desde los principios de esta década con el desarrollo de los smartphones, pasando por etapas de plena colaboración a otras etapas en las que discutían día sí y día también. Esta lucha tan directa dio pie a choques muy fuertes y disputas que tuvieron que irse a los tribunales. La noticia de hoy se remonta a una demanda que tuvo lugar en el año 2011.

La firma de la gran S fue demandada en 2011 por haber plagiado el diseño del iPhone y Apple se mostró tajante a la hora de defender sus propiedades intelectuales, sin ceder un solo centímetro en lo que la empresa consideraba que era de su total propiedad. Esta demanda resultó favorable para Apple, que ganó el caso y por lo tanto Samsung fue condenada a pagar unos 1.000 millones de dólares por infracción de patentes, una noticia que recorrió el mundo entero y que hizo bastante daño a Samsung, tanto por la parte económica como por el daño a su imagen.

Tras una apelación en 2013 que redujo el pago de Samsung a 548 millones, la compañía seguía pensando que era una cantidad demasiado grande y volvió a apelar para otra reducción con el objetivo principal de rebajar el precio de la sanción impuesta. Ahora en 2018 se decidirá finalmente la cantidad que tiene que pagar Samsung, cuyo objetivo es pagar solamente 28 millones de dólares. Apple busca el abono completo de los 1.000 millones de dólares, por lo que los acuerdos serán muy complicados para este juicio.

Y tú, ¿crees que las compañías deberían seguir peleando de esta manera por sus ideas?