La campaña mediática montada desde la ANFP dio resultado y tanto la prensa como la mafia de los tres grandes tienen hoy lo que querían: Marcelo Bielsa fuera de La Roja.La gente estaba tan hastiada que hasta surgió una montonera de descerebrados que, cansados de los dimes y diretes sólo querían que el técnico confirmara su permanencia o salida, porque el fútbol de todas maneras iba a seguir como toda la vida (confirmación de la supuestamente obsoleta teoría de la  "aguja hipodérmica").

En algo tienen razón: el fútbol va a seguir. Y va a seguir como toda la vida: especulativo, sin ideas, jugando contra la historia sólo por cumplir; perdedor como casi toda la vida. Con la mentalidad del sub campeón.

Porque sí, el fútbol va a seguir. No comienza ni acaba con Bielsa. Pero nunca más veremos a una selección chilena jugando al fútbol como lo ha conseguido en este período al mando del gran maestro.

Que recuerden todos que hasta el último momento su voluntad fue quedarse para continuar el hermoso proyecto que había comenzado para convertir a la selección chilena en una potencia mundial. Quienes provocaron su salida, lamentablemente se han quedado sin pan ni pedazo, pues mataron la gallina de los huevos de oro.