Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

CAMBIAR

He prometido tanto a mi pareja que voy a cambiar que lo único que he conseguido es que ella me cambie por otro. (Anónimo)


Los grandes momentos de cambios en nuestra vida son aquellos en los que nosotros somos los autores y no los actores de lo que sucede. Si no estamos satisfechos con nuestra situación aspiramos a cambiarla cuando en realidad es la situación quien nos está cambiando a nosotros.

El que busca cambiarlo todo solo consigue permanecer en su frustración.

Si no puedes cambiar una situación adáptate a ella cambiando tú tu actitud y conseguirás dominarla.

La personas no cambian, nuestra forma de verlas sí, pero eso depende más de como las miramos que de como son.

Somos más proclives a querer cambiar a los demás que a nosotros mismos, es fruto de nuestra condición humana.

Los cambios siempre son una oportunidad para quien los acepta con serenidad y una condena para quien los rehúye por miedo.

Se dice que al ser humano no le gustan los cambios por esencia porque somos animales de costumbres. En realidad es porque somos animales de malas costumbres porque si no entenderíamos que en este mundo las situaciones nos son eternas.

Cuando intentamos cambiar las cosas no siempre las mejoramos y no tenemos oportunidad de volver al estado anterior, por ello es importante pensárselo bien antes de actuar no sea que la situación se apodere de nosotros y no lo contrario.

Es más sabio intentar mejorar que de querer cambiar porque si bien lo primero es siempre posible, deseable y nuestro alcance, lo segundo suele ser un engaño a sí mismo y por supuesto a los demás.

No dejemos que los malos momentos nos cambien, Oremos y obremos para que seamos nosotros quien podamos convertirlos en oportunidades de amor.

Cuando veas un cambio real en una persona no te preguntes como lo ha conseguido sino busca por qué y para qué Dios lo ha transformado.

Las personas no cambian de por sí, solo Dios puede convertir las mentes, los corazones, los espíritus y las almas.

10 Oye, Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, ¡sé tú mi ayudador! 11 Has cambiado mi lamento en baile; me quitaste la ropa áspera y me vestiste de alegría. 12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, ¡te alabaré para siempre! (Salmo 30:10-12)


Que Dios os bendiga, Alfons

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:

http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!


This post first appeared on Un Día, Una Reflexión, Un Versiculo, please read the originial post: here

Share the post

CAMBIAR

×

Subscribe to Un Día, Una Reflexión, Un Versiculo

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×