El orgasmo no se consigue sólo a través de la penetración, todo nuestro cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas que, según cómo se manejen, pueden provocar un escalofriante Placer. Los Pechos es una de las zonas erógenas más potentes de la mujer. La técnica está en combinar estimulaciones orales y manuales.
Debemos tener claro que, si empiezan tocándonos los pechos, nos provocarán una excitación directa en los genitales casi sin darnos cuenta. La estimulación puede empezar por unos dulces besos y lametazos en los pezones, alternando uno u otro. Al mismo tiempo que juega con ellos, que te dé leves soplidos. El aire, al tener contacto con tus pezones húmedos, hará que se te erice todo el vello y te dé una pequeña descarga de placer.
A algunas chicas les da mucho morbo que su compañero les mordisqueen los pezones y que incluso les den pequeños pellizcos, eso ya va a gustos.
Las dos mejores formas de estimular tus senos
Caricias suaves pero intensas
Que tu chico se unte las manos con aceite y acaricie tus pechos al mismo tiempo que juega con tus pezones, rodeándolos y sujetándolos con los dedos, verás qué placer. Cuando ya estés excitada la estimulación ha de ser más rápida, pero siempre con cuidado, ya que estarán muy sensibles debido a la excitación de tu cuerpo.
Juega con sensaciones
Los pechos de la mujer son una de las zonas, de la anatomía femenina, que más carga erótica tiene y desprende. Si te gusta la estimulación en los pechos, puedes jugar con una pluma, las caricias te erizarán todo los vellos de tu cuerpo. También, si juegas con hielo, los cambios de temperatura harán que te estremezcas de placer deseando que llegue a más. Es un modo perfecto de empezar unos calientes preliminares.
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