Está más que demostrado que sólo la religión puede convertir a un ser humano mínimamente racional en un psicópata o peor en un sociópata, pero ver como se veneran a día de hoy a Estos más que criminales enfermos mentales por parte de miles de millones de personas sólo puede dar lugar a una profunda y más que tenebrosa tristeza acerca de la supuesta moralidad de todos estos profetas más que mentalmente enfermos.