Si acostumbras plantearte cambios para tu vida Cada Vez que un año está por iniciar, a través de los famosos propósitos de año nuevo, hoy te quiero recomendar uno, verdaderamente sencillo de aplicar porque depende exclusivamente de ti: practicar la gratitud.

Existen numerosos estudios, de las más variadas disciplinas, que demuestran los beneficios de experimentar el sentimiento de gratitud, tanto físicos, como psicológicos y sociales.

En otras oportunidades te he comentado que nuestro cerebro no puede distinguir entre realidad e imaginación, es decir, que cuando visualizas algo para tu mente es como si en efecto sucediera.

Cada vez que enfocas tu atención y energía en Algo, creas circuitos neuronales que “almacenan” la información, generando así tanto aprendizaje como hábitos. Si pones energía negativa (miedo, preocupación) en lo que no quieres, en lugar de energía positiva (entusiasmo) en lo que sí quieres, lo que obtienes son círculos viciosos de insatisfacción y fracaso.

Te pregunto una obviedad y, sin embargo, algo que casi nadie se plantea: ¿cuáles son las áreas de tu vida que crecen, las que reciben tu atención o aquellas de las que nunca te ocupas?

De ahí la importancia de practicar la gratitud: te obliga a pensar en lo que SÍ quieres y que, con ello, cada vez tengas más de eso que te gratifica.

<span “>La gratitud se da en 3 pasos:

• Primero, reconoces el beneficio recibido.
• Segundo, expresas tu agradecimiento.
• Tercero, retribuyes al benefactor, eres recíproca.

Lo sé, si estás sola sin que sea tu voluntad, si tienes una relación que atraviesa por problemas y no digamos si estás viviendo el duelo por una relación que terminó, pensar en sentirte agradecida parece difícil y hasta absurdo. Pero créeme, nunca es más necesaria la gratitud que en los momentos difíciles.

Algo que puede ayudarte es pensar que los fracasos, TODOS los fracasos, suceden por algo y cuando eres capaz de identificar las causas los conviertes en aprendizaje, el cual  te permitirá tener mejores resultados en el próximo intento. Así, aprender y mejorar son excelentes motivos de agradecimiento, mientras aferrarte a lo malo, lo injusto, agrava tu sufrimiento y prolonga la situación que enfrentas.

No sugiero que le agradezcas a quien te ha lastimado, porque desde luego no lo hizo por enseñarte algo. Intento explicarte que el resentimiento es un obstáculo para sentir gratitud y que perdonar no es algo que haces por el otro, sino para ti misma, para ponerte en paz y avanzar.

<span “>Algunos de los beneficios que obtienes a través de la gratitud son:

• Mejora el sistema inmunológico.
• Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
• Eleva los niveles de alerta, vitalidad, atención y energía.
• Aumenta la autoestima.
• Construyes más y mejores vínculos con los demás.
• Estimula tu generosidad.
• Solemos poner el acento en lo que NO recibimos; agradecer, en cambio, promueve que hagan cosas por ti.
• Si no tienes pareja y buscas una, la gratitud te hace más atractiva.
• Si vives un rompimiento reciente, agradecer lo rescatable de esa relación te ayudará a salir adelante más rápido y en mejores circunstancias.
• Si tienes una relación que se ha estancado o que vive momentos difíciles, agradecerle a tu pareja puede ser el principio de un resurgimiento. ¿Qué puedes agradecerle?: su presencia en tu vida, lo que has aprendido de él, que camine junto a ti, por ejemplo.

La gratitud es un hábito, una virtud que debe ser aprendida y cultivada. En mi libro Cómo Conquistar Un Hombre abordo el tema en relación al mejoramiento de tu autoestima y te enseño un sencillo ejercicio para instalar hábitos. Te lo recomiendo para que en este año que inicia, tus buenos propósitos no se queden, como siempre, en el tintero.