Existe una actitud que muestra la contradicción del amor. Una persona puede no sentirse feliz en su relación de pareja, y sin embargo, seguir ahí estancada en la rutina. Una rutina que incluso puede prolongarse durante años.

El protagonista se siente cansado de la misma situación, y sin embargo, tiene una lealtad incomprensible hacia el otro. O tal vez también ha caído en la comodidad de la rutina previsible, incluso aunque sea poco satisfactoria. ¿Te sientes encerado en tu relación?

Si con mucha frecuencia vienen a tu mente pensamientos de una anhelada soledad como sinónimo de libertad, si vives un presente marcado por el resentimiento crónico, es muy posible que en tu corazón, tengas claro que el adiós es lo mejor que te puede pasar en esta relación.

Es decir, la ruptura de pareja es un eco habitual en tu inconsciente cada vez más consciente. ¿Qué hacer entonces?

5 pasos para salir de ahí

1. La ruptura es una opción. Algunas personas se preguntan qué hacer en esta situación como si la ruptura fuese la última decisión posible. Y sin embargo, la realidad es que en caso de insatisfacción crónica continuada, debería ser la opción primera.

2. Tienes que querer salir de ahí. Aunque resulte contradictorio, algunas personas se quejan constantemente por su vida sentimental, y sin embargo, de forma sorprendente siguen ahí.

Para poder cambiar tu situación, tienes que querer hacerlo. Tienes que asumir el esfuerzo que ello implica.

3. Visualiza tu futuro ideal. ¿Cómo observas tu mañana en un horizonte ideal? ¿Tu pareja está en esas imágenes? Si eres infeliz en tu relación, tu pareja estará ausente en esas imágenes ideales de futuro que te ilusionan.

4. Asume las consecuencias. Nadie dijo que romper una relación fuese fácil. Todavía menos si se trata de un vínculo estable con lazos en común. Por ejemplo, una casa. La ruptura obliga a poner en orden las finanzas. Sin embargo, si asumes las consecuencias de tus actos, todo fluye mejor.

5. Busca una red de apoyo. En este momento de tu vida, puedes hacer más partícipes todavía a tus familiares y amigos más cercanos puesto que ellos van a ser tu principal apoyo para pasar página y tomar impulso en esa decisión definitiva que quieres tomar.

Romper una relación de pareja

Son muchas las razones que pueden llevar a una persona a seguir en una relación de pareja a pesar de la infelicidad: miedo a la soledad, temor a qué dirán los demás, una mentalidad que vincula la felicidad con el ideal de la pareja, esperanza de que algo cambie, conformismo asociado a la edad…

No importa tanto cuál sea la causa sino el malestar crónico de un amor infeliz. Y ante este panorama, la ruptura se presenta como la mejor decisión, especialmente, cuando ya has intentado luchar por esa historia antes de cerrar ese capítulo.

Y es muy importante no poner excusas del tipo “yo le sigo queriendo”. Porque el amor no lo justifica todo. Existe un amor más importante: el que te tienes a ti mismo. Y si eres infeliz en una relación, tal vez tu felicidad esté en otro lugar.

Una persona puede fingir felicidad sentimental ante los demás. Sin embargo, no puede engañarse a sí misma. No puede tapar la realidad de los hechos. Es esta voz interior y la coherencia con tu propio corazón la que puede llevarte a la libertad de salir de ahí, de una situación tóxica que en muchos momentos se alimenta por la indefensión aprendida.

Si estás viviendo una situación de este tipo, es muy posible que incluso tu entorno más cercano te haya dado la idea de la ruptura como la mejor solución. Es decir, cuando la infelicidad es tan evidente también trasciende a los demás.

Y si estás pasando por una situación de este tipo, asume que nadie puede venir a tomar la decisión por ti. Eres tú quien tiene que afrontar la responsabilidad de pensar en ti. Porque mereces ser feliz aunque a veces lo olvides. Y porque una ruptura no es un fracaso, no lo vivas como tal.

Intenta no posponer durante más tiempo esa conversación pendiente que tienes con tu pareja. Expresa tus sentimientos en primera persona, de forma asertiva. Así le resultará más fácil comprenderte.

Asume que es imposible decir adiós sin dolor. Es decir, las heridas están ahí latentes. A flor de piel en un primer momento, sin embargo, el malestar se mitiga cuando pasa un poco de tiempo.

¿Cómo salir de la infelicidad cuando te sientes encerrado en una relación? Recordando que eres libre, y por tanto, actuando como tal.

Erich Fromm es uno de los expertos que más ha reflexionado sobre el miedo a la libertad, es decir, sobre cómo el ser humano tiene vértigo ante las consecuencias del uso de esta responsabilidad en la toma de decisiones.

¿Cuál es el miedo más frecuente? El temor a equivocarnos. Sin embargo, si te sientes encerrado en tu relación desde hace tiempo es muy posible que ahora sientas que todo está tan claro en tu mente que ya sabes qué es lo que más te conviene a ti mismo.