Si te digo Kotor, te suena ? - Con la cámara por Europa
La Ciudad de Kotor, se ubica en el fondo de una pequeña bahía o ría de la Costa Dálmata en Montenegro,
La ría o bahía, conocida como Bocas de Kotor, tiene una forma muy cerrada, dado que es lo que permanece de parte del semiderrumbado cráter de un antiguo volcán.
Esto explica el motivo por el cual casi toda la ciudad esté circundada por elevados acantilados. La ciudad de Kotor está, además, rodeada por una impresionante muralla.Montenegro (en montenegrino: Crna Gora) es un país del sureste de Europa situado en la península balcánica, a orillas del mar Adriático. Limita por el norte con Bosnia y Herzegovina y Serbia; Albania por el sureste; Croacia por el oeste; y con Kosovo por el este.
Presentados Montenegro y Kotor les cuento como hice para llegar hasta ahí.
La ría o bahía, conocida como Bocas de Kotor, tiene una forma muy cerrada, dado que es lo que permanece de parte del semiderrumbado cráter de un antiguo volcán.
Esto explica el motivo por el cual casi toda la ciudad esté circundada por elevados acantilados. La ciudad de Kotor está, además, rodeada por una impresionante muralla.Montenegro (en montenegrino: Crna Gora) es un país del sureste de Europa situado en la península balcánica, a orillas del mar Adriático. Limita por el norte con Bosnia y Herzegovina y Serbia; Albania por el sureste; Croacia por el oeste; y con Kosovo por el este.
Presentados Montenegro y Kotor les cuento como hice para llegar hasta ahí.
Salimos de Dubrovnik una mañana lluviosa y tuvimos que tomar un taxi para llegar a su pequeña terminal de buses. Si bien el recorrido no insume más de 10 minutos desde la Pile Gate el costo del taxi fue de 12 euros, caro, como todo en Dubrovnik.
Una vez en la terminal hubo que armarse de paciencia, ya que los croatas no son nada puntuales, le cuento que nosotros los uruguayos parecemos ingleses al lado de ellos.
Pasó mas de una hora y el bus no llegaba.
A esta altura ya entramos a pensar que los pasajes que habíamos sacado por internet eran truchos, pero no, media hora más tarde llegaba el dichoso bus que nos llevaría a Montenegro.
Otra sorpresita fue que te cobran 2 euritos por poner la valija en el maletero, y la tenés que poner vos mientras el guarda te mira con cara de pocos amigos dándote indicaciones en croata y a los gritos.
El pasaje costó 18 euros, y les puedo asegurar que el chofer del bus estaba mas preocupado en recaudar los euritos de las valijas que por controlar el pasaje, que no era mas que la imagen que ven arriba impresa en una hoja A4.
Recién cuando llegamos a Podgórica, la capital de Montenegro el tipo miró de reojo los pasajes mientras nos avisaba que parábamos media hora para ir al baño y tomar algo en la estación de bus.
Recién cuando llegamos a Podgórica, la capital de Montenegro el tipo miró de reojo los pasajes mientras nos avisaba que parábamos media hora para ir al baño y tomar algo en la estación de bus.
Salir de Dubrovnik es tan espectacular como entrar. Las vistas son impresionantes y como pueden ver al lado de la terminal está el puerto, donde amarran gigantescos cruceros de lujo.
Atrás iba quedando Dubrovnik, una de las ciudades mas bonitas que visitamos en Europa, y como ya les recomendé en la nota dedicada a ella que pueden leer AQUÍ es una ciudad que no deben dejar de conocer.
En el mapa se puede ver la ruta que hicimos para llegar a Kotor, paseándonos por más de medio país, pero realmente valió la pena ya que los paisajes montañeses, lagos y bosques que atravesamos hicieron de éste un viaje inolvidable.
La capital, Podgórica es chica y más bien feúcha, lo único resaltable es el puente de acceso al que encontré muy parecido a nuestro puente "De las Américas", entre Montevideo y Canelones.
Luego de una hora entre lagos y montañas por carreteras angostas y llenas de curvas llegamos a Kotor.
Pero una vez que cruzás la puerta principal te encontrás con una pequeña ciudad medieval rodeada de murallas, llena de turistas de todas partes del mundo y gatos, muchos gatos.
En esta ciudad, en la falda de una montaña la constante son las calles empedradas con empinadas subidas y pronunciadas bajadas. No quiero ni pensar lo que debe ser transitarlas cuando llueve.
Esta es una vista lateral de la muralla que rodea la ciudad vieja, en donde me alojé en un cómodo apartamento de 2 dormitorios por la modesta suma de 30 euros por día.
Más allá de las murallas se abre la ciudad nueva, que cuenta con un precioso shopping, amplias avenidas y una rambla que rodea el puerto.
Dentro de la ciudad vieja hay muchísimos gatos callejero como les comentaba al principio.
Los habitantes y comerciantes les dan de comer y tienen una asociación que se ocupa de cuidarlos y darles atención médica si es necesario.
Todo lo que vende esta tienda de souvenirs está dedicado a los gatos, desde peluches a cerámicas, bolsos, camisetas, tazas y vasos. No me dejaron sacar fotos dentro, se ve que no les parecí amigable con los felinos.
También hay un museo de los gatos, pero llegué a la hora del cierre y me perdí de ver de que se trataba.
Las murallas de Kotor no son tan fabulosas como las de Dubrovnik, pero no están nada mal.
Y visitarlas es gratis !! Cosa nada común por estos lados.
Lo más extraño de las murallas es que se puede acceder a ellas no solo desde escaleras en el centro de la ciudad, sino también desde las azoteas de las casas, tal como pueden ver en la foto.
Y si se fijan bien, hasta ropa tendida hay. Nadie se lleva ni una media, por supuesto.
Yo subí a la terraza de mi apartamento y de ahí pasé a la muralla, la cual se puede recorrer en toda su extensión en poco mas de media hora.
Hasta se puede pasar por la terraza del Ayuntamiento, justo sobre la puerta principal de la ciudad. Es de locos.
La rambla es el lugar más tranquilo de la ciudad, siempre y cuando no halla llegado algún crucero lleno de turistas, claro. Ahí se torna como la rambla e Pocitos en verano.
Por unas escaleras de piedra terriblemente empinadas se puede subir hasta lo más alto de las murallas y luego seguir ascendiendo hasta la Fortaleza de San Juan, donde se obtienen las más espectaculares vista de la ciudad y del fiordo.
Vale la pena el esfuerzo ? Si, lo vale, pero las piernas te van a quedar acalambradas, y si sufrís de vértigo como yo te vas a pegar más de un susto cuando la escalera queda sin baranda.
Hay que tener cuidado con algunos vivos que se paran en los recodos de la escalera a mitad de camino y te dicen que se debe pagar para seguir.
Yo ya iba avisado y no les di bola, me hice que no entendía el idioma, que no sabía inglés y seguí subiendo como si nada.
Por las noches la ciudad cambia su fisonomía totalmente.
Al igual que Roma está iluminada con luces de tono amarillento para conservar el aspecto medieval.
Las fotos que van a ver a continuación son a eso de las 9 de la noche, pero ya estaban desiertas.
Solo en las calles céntricas había algo de gente en los restaurantes.
La sensación de caminar por estas calles, tan diferentes a las nuestras y a todas por las que he transistado, es muy rara. Parece que te hubieses metido en el túnel del tiempo.
Del apartamento deonde me alojaba y por las callecitas que vieron en las fotos de arriba iba a dar a la puerta Sur o Gurdic, rodeada de un laguito. Luego seguía por la rambla hasta llegar a la puerta Oeste o del Mar, que es la puerta principal, como ya había mencionado antes.
La puerta Oeste o del Mar, iluminada también de forma muy especial para conservar el halo de misterio propio de una edificación que data de 1540 aprox.
Como ven, a pesar de ser el centro centro de la ciudad acá tampoco había mucha gente.
Bajo la famosa "Torre del reloj" hay un restaurante lindo pero muy caro para mi gusto, el típico lugar donde caen los turistas con mucho dinero y que buscan ver y ser vistos.
Claramente no es mi caso, jajajaja.
Al momento de sacar esta foto no me percaté de la figura que iba cruzando bajo el portal, pero no me digan que no es digna de una película de vampiros.
Lo raro del caso es que tampoco lo vi pasar por mi lado ni hacia donde se dirigió.
Habrá vampiros en Montenegro ?
Al fondo de esta callecita encontramos un restaurante de tipo italiano muy coqueto y accesible en donde cenamos. Todo muy lindo, pero había que pegar la vuelta rápido ya que al otro día partíamos hacia Albania.
Esta es la fábrica abandonada y en ruinas de las que al principio les contaba que estaba frente a la terminal de buses.
Autobuska Stanica, la pequeña estación de buses al pié de las montañas donde no tendríamos que esperar nada para partir hacia Albania ya que el bus estuvo en hora, nada que ver con los croatas, por suerte.
Los pasajes de este bus también los saqué un par de meses antes por internet sin ningún tipo de problema. Le recomiendo hacer lo mismo si viajan hacia estos países, ya que los bondis salen casi siempre llenos.
Seis horitas que al final fueron casi 8 para llegar a Tirana, la capital de Albania.
Pasar la frontera una vez más fue pesadísimo. No tanto de el lado de Montenegro como del lado de Albania, donde nos miraron los pasaportes hasta de canto, se los pasaron de una oficina a otra tres veces y al final luego de tanta espera y luego de haber recorrido unos cuantos kilómetros en el bus nos dimos cuenta de que no nos habían sellado los pasaportes.
Le decíamos adiós a Montenegro, un país de gente amable y entrábamos a Albania, un país del que no teníamos mucha referencia salvo la de las películas en donde los albanos son malos y andan con la AK47 al hombro. Y SIN SELLO EN EL PASAPORTE !
Pero esa, es otra historia, y se las cuento en la próxima entrega de CON LA CÁMARA POR EUROPA.
Pero esa, es otra historia, y se las cuento en la próxima entrega de CON LA CÁMARA POR EUROPA.
