Zagreb - La Ciudad de los corazones.
Zagreb (los croatas pronuncian Zágreb, con acento en la a ) es la ciudad de un millón de corazones. Se puede tomar por el lado de que esa es la cantidad de habitantes de la ciudad o por los corazones rojos que pululan por toda la ciudad, ya sea en las tiendas de venta de souvenirs, en los muros, en los mercados o en las panaderías.
Si, en las panaderías, ya que tradicionalmente los corazones "licitar" son una especie de bizcochos en forma de corazon que se regalan en el día de los enamorados o en ocasiones especiales como aniversarios o bodas.De todas las vidrieras de los negocios de suvenires cuelgan corazones “licitar”, el obsequio más popular de Croacia y el símbolo de la ciudad. Rojos, presentados como si fueran de azúcar, los corazones solían ser preparados con pan de jengibre y decorados con mensajes de amor. Según la tradición, el enamorado le daba el corazón a su amada el día de San Valentín o durante las fiestas. Algunos, incluso, tenían un espejo en el centro que servía para que al verse reflejada en el corazón que le acababan de obsequiar, la enamorada supiera que era ella la dueña del amor de su príncipe.
Todo muy romántico, pero entrar a Croacia desde Eslovenia por la frontera es bastante tedioso y para nada romántico, ya que la cola de buses siempre es larga y se demora un par de horas en pasar.
Si, en las panaderías, ya que tradicionalmente los corazones "licitar" son una especie de bizcochos en forma de corazon que se regalan en el día de los enamorados o en ocasiones especiales como aniversarios o bodas.De todas las vidrieras de los negocios de suvenires cuelgan corazones “licitar”, el obsequio más popular de Croacia y el símbolo de la ciudad. Rojos, presentados como si fueran de azúcar, los corazones solían ser preparados con pan de jengibre y decorados con mensajes de amor. Según la tradición, el enamorado le daba el corazón a su amada el día de San Valentín o durante las fiestas. Algunos, incluso, tenían un espejo en el centro que servía para que al verse reflejada en el corazón que le acababan de obsequiar, la enamorada supiera que era ella la dueña del amor de su príncipe.
Todo muy romántico, pero entrar a Croacia desde Eslovenia por la frontera es bastante tedioso y para nada romántico, ya que la cola de buses siempre es larga y se demora un par de horas en pasar.
El bus que nos llevaba a Croacia de la empresa Flixbus era cómodo y moderno, pero esperar tanto tiempo dentro de él era imposible, así que bajamos a dar una vuelta por la frontera y aprovechar no solo para estirar las piernas, sino también para sacar algunas fotos del lugar.
Una vez hechos los trámites migratorios, ya que Croacia no integra la Comunidad Europea seguimos rumbo a Zagreb y nos bajamos en su céntrica estación de buses.
Caminamos algunas cuadras hasta llegar al apartamento que habíamos alquilado por Booking.
Recomiendo alquilar apartamento ya que sale mucho mas en cuenta que los hoteles y te dan una independencia y comodidad superiores.
Esta era la vista que tenía desde la ventana del living.
Una vez instalados, sacamos boletos de tranvía y nos dirigimos al centro de la ciudad.
El precio del transporte es irrisorio comparado con el de Montevideo, y su calidad y limpieza infinitamente superior. El boleto nos salió unos 8 pesos uruguayos.
Les paso un pique para no quedar pegados si van a Zagreb y toman tranvías, además de evitarse un dolor de cabeza y tener que pagar una suculenta multa en Kunas, la moneda croata.
Los turistas SIEMPRE debemos subir al primer vagón, ya que ahí es donde está la máquina que valida el boleto.
Yo subí las primeras veces a cualquier vagón y pasaba el boleto por una máquina pensando que tenía un sensor óptico y luego me sentaba tranquilamente.
En una ocasión una chica se dió cuenta que no era ya no croata, sino europeo y me dijo lo que tenía que hacer. Es muy posible que si subís sin boleto y te sentás nadie te diga nada, no he visto nunca inspectores o guardas que pidan el boleto, pero siempre pienso que uno debe ser honesto y hacer lo correcto, mas allá que te controlen o no.
No me digan que no sería genial que en Sudamérica el sistema de transporte pudiera ser así.
El centro de la ciudad es chico, yo tenía más expectativas porque me habían dicho que Zagreb era una pequeña Viena. Nada que ver, están años luz una de la otra.
Con todo les diré que es una ciudad bastante bonita, muy limpia y habitada por gente muy amable.
La Plaza de ban Josip Jelačić es la plaza central de Zagreb.
Siempre llena de gente que va y viene, turistas sacando fotos y locales que esperan el paso de los tranvías ya que es el centro neurálgico de la capital.
Esta foto es de una calle cualquiera del centro, como podrán ver no hay un papelito en la vereda.
Esta es de las cosas que mas me llaman la atención de muchas de las ciudades europeas, su limpieza.
La Catedral de la Asunción de la Virgen María representa uno de los símbolos de la ciudad de Zagreb.
Como todo en la ciudad no es ni grande ni ostentosa, pero si muy bonita y muy bien cuidada.
La entrada es libre y vale la pena visitarla ya que está a un par de cuadras de la plaza principal.
De noche la plaza está muy bien iluminada y adquiere una fisonomía distinta al día, por lo que vale la pena darse una vueltita y sentarse a descansar mientras ves a media ciudad pasar por ahí.
La Catedral también cambia por la noche, la iluminación amarillenta la envuelve en un halo misterioso, como pueden ver en las fotos.
Las callecitas del centro, también tienen su encanto por la noche.
Hay muchos pubs y restaurantes y la zona es muy segura.
El Teatro Nacional de Croacia se encuentra frente a la Plaza Mariscal Tito y merece ser visitado tanto por dentro como por fuera.
Del otro lado del teatro está la Estación de trenes.La plaza tiene en el centro una hermosa fuente, jardines con tulipanes y habitantes ruidosos y rapaces, los cuervos.
Hay que estar atentos porque no le tienen miedo a la gente y te roban lo que estás comiendo si lo descuidas un segundo. Son mas grandes que las palomas y están metiendo ruido en todo momento.
Frente a la estación había una feria de frutas, verduras y flores. La bandeja de frutillas por ejemplo estaba a 15 kunas (2 euros ) y a pesar de su tamaño gigantesco eran muy dulces y bien rojas. Las recomiendo !!
El origen de la corbata forma parte de la historia de Croacia, sin duda algo que la mayoría de los mortales desconocen pese a que la corbata es una prenda utilizada en casi todo el mundo.
Para conocer sus origenes nos tenemos que remontar al año 1635 aproximadamente, en esta fecha miles de soldados de la que hoy en día es Croacia, acuden a París para apoyar al Cardenal Richelieu y al Rey Luis XIII.
Lo característico de estos milicianos era su atuendo, algo extraño para su época, los croatas llevaban anudados al cuello una especie de pañuelos con un nudo hacia la mitad del cuerpo. Esta prenda va evolucionando, y hace que los franceses se fijen en él y lo convierten en un atuendo que poco a poco se va conviertiendo en una prenda clasista, lo empiezan a utilizar los funcionarios y le van dando un toque más elegante.
Alrededor de 1650 se aprueba el uso de la corbata de forma oficial, y es el la corte de Luis XIV donde obtiene más éxito, como simbolo de distinción. Este articulo adquiere el nombre de “un croate de la”.
Poco a poco este complemento se va convirtiendo en un símbolo de la élite de toda Europa hasta llegar a América a través de las colonias europeas. Aunque durante la Revolución Francesa, se convierte en la insignia de la aristocracia y pierde su valor en el pueblo. En un principio los revolucionarios llevaban la corbata negra y los contrarios a la revolución la portaban blanca.
En el Siglo XVII, la corbata ya ha llegado a Inglaterra, y el modisto y estrambotico Lord Brum-mel alcanzo una fama mundial por realizar clases durante una hora de como anudarse la corbata, para ello contaba con dos asistentes que lo ayudaban, inauguró el Arte de anudarse la corbata, creando hasta cien nudos diferentes.
Será a mediados del Siglo XIX cuando se vuelva a utilizar en muchos niveles como bandera de la elegancia gracias al dandysmo, movimiento que se da en la sociedad en la que la apariencia es muy importante.
En la decada de los años 20 Jesse Langsdorf hace suyo el modelo de la actual corbata dotando a esta prenda con preciadas sedas, estampados y colores.
Hoy en día en casi todas las ciudades de Croacia podemos adquirir corbatas, pero una de las cunas de este atuendo es Zagreb, aquí la compañía Kravata-Croata fabrica miles de corbatas para exportar a todo el mundo, su calidad es expectacular, utilizan las mejores sedas italianas para su confección y se realizan a mano. Muchas de las corbatas se realizan con motivos de la historia de Croacia, y en la mayoría de las ocasiones se presentan con un librito que explica los simbolos de la misma, convirtiendose así en un bonito regalo como recuerdo de nuestra estancia en en Croacia.
El 18 de Octubre se celebra en muchas ciudades croatas el Dia de la Corbata, tiene lugar en esta fecha con motivo del auspicio del presidente Stjepan Mesic. Este día se celebra desde 2003, tuvo lugar en Pula cuando se realizó la instalación de la corbata más grande del mundo, según el libro de los Guinnes, la llamada Kravata oko Arena. Fue una corbata de 808 metros de largo por 25 metros de ancho, de color rojo.
La pintoresca calle Tkalciceva es otro de los puntos claves que no puedes dejar de visitar en Zagreb.
La oferta gastronómica es apta para todo tipo de paladares y bolsillos. Es muy concurrida tanto por la mañana como por la noche.
La "Puerta de Piedra"es un lugar de culto, después del devastador incendio de 1731, la ciudad quedo totalmente destruida, se salvo la piedra y la imagen de la Virgen María y el niño Jesús, que fueron encontradas entre las cenizas, se encuentra desde entonces en un altar barroco salvaguardado por una reja de hierro forjado.
La entrada a la única puerta de las murallas de Zagreb que quedó en pié está custodiada por una estatua de San Jorge matando al dragón. Esta es otra de las imágenes que se repiten a lo largo de la capital croata, ya que se puede ver en cuadros, grabados en muros y hasta en veletas en los techos de las casas.
Saliendo de la Puerta de Piedra nos encontraremos con una de las iglesias mas bonitas y originales de Zagreb, y sin dudas la mas famosa por su tejado, es la Iglesia de San Marka ( San Marcos ) situada en la plaza que lleva su nombre y frente al Parlamento.
Luego bajamos de la parte alta de Zagreb a pié recorriendo sus callecitas llenas de comercios, tiendas y restaurantes de comida típica.
Luego de tres días en Zagreb, tiempo más que suficiente para recorrerla volvimos a la estación central de buses y tomamos un "bus shuttle" hacia el aeropuerto,
Como todos los transportes de la ciudad es rápido, limpio y económico, y en cuestión de media hora ya estábamos en el coqueto aeropuerto croata que nos recordó al no menos coqueto aeropuerto de Carrasco.
Como podrán ver es toda una joyita de la arquitectura moderna, muy similar en dimensiones al nuestro y con un diseño futurista que nos llamó la atención.
Dejamos Zagreb para dirigirnos a Dubrovnik, la cual está apenas a hora y media de avión de la capital croata. Los pasajes del vuelo en Croatia Airlines los sacamos desde Montevideo, y quiero recomendar esta aerolínea porque el trato es excelente, sus aviones modernos y cumplen con los horarios. Nada que ver con Iberia, la empresa con la que viajamos a Europa, que es puro nombre y brinda un servicio paupérrimo. De nuestra estadía en Dubrovnik les cuento en la próxima nota.
Lo que si les adelanto es que Dubrovnik es una de las ciudades mas lindas que he visitado en Europa, entrando en mi top 5 de ciudades preferidas.
No se pierdan entonces las fotos, piques y anécdotas de esta joya de Croacia.
