Parece como si el Amor, como tal, solo pudiera ser si es romántico, y ambos solo fuera cosa de Bécquer y su tiempo. Aunque en realidad, los entendidos manifiestan que el poeta no perteneció al movimiento romántico sino que se le debe relacionar con el posromanticismo. Podríamos decir de él que, fue el último romántico.
Pintura de Willian John Hennessy
Otro de los aspectos con lo que asociamos amor y romanticismo es con la tragedia. El episodio de una ruptura de pareja era, aún en el siglo pasado, motivo de afección sensiblera relacionado con lo romántico, así como los desengaños que también transitaban por el mismo camino de amores imposibles.
El amor romántico como tal se le relaciona con la cultura burguesa y victoriana de los siglos, XVIII y hasta mediados del XIX.
Pienso que el romanticismo, tal como se entendía en los siglos pasados, ha desaparecido de la civilización occidental, no por ello lo haya hecho el amor. El amor y el romanticismo puede que vayan de la mano, pero debemos partir de la base que amor es un sentimiento interno e intenso del ser humano y, romanticismo es un movimiento cultural de una época social.
La literatura del romanticismo provoca sentimientos prefabricados, lo cual es fácil caer en sensaciones inalcanzables, causando frustración. Sufrir por amor de pareja no es necesario, ni mucho menos normal.
El amor romántico, según mi punto de vista, no es amor, ya que la mayoría de veces coarta la convivencia de la pareja perdiendo la confianza y por lo tanto la libertad de ambos. Cuando el ser humano pierde la libertad en una relación, eso no es amor.
No hay nada más bonito que el amor correspondido con confianza y en libertad y en ese punto no tiene cabida el romanticismo, si a este no lo entendemos como lo que es, un movimiento cultural de una época.
El amor solo es sentimiento humano.
Vestido de baile victoriano por FashionCostume en Etsy,