La alquimia (relieve en Notre-Dame) En llegando a final de mes, el común de los mortales, a los que no les ha tocado una Lotería Primitiva, se encuentra con que le gustaría que aquella carretada de facturas que acechan con la malsana intención de ser cobradas se convirtieran, por arte de una varita mágica, en billetes de 500 euros limpios de polvo y paja. Evidentemente, por soñar que no quede