He estado algo ausente del blog, lo tengo bastante abandonado.
Me están pasando cosas buenas, pero no he tenido tiempo de pararme a contarlas a alguien, ni de escribirlas aquí, me he dedicado a disfrutarlas como corresponde, que es lo que más me importa.
El tiempo sobrante lo he dedicado a intentar trabajar, con poca concentración, pero bueno, no hay otra.
En consecuencia dedico nada al blog, supongo que la semana entrante podré retomar la costumbre de hacer algunos posteos semanales si el trabajo lo permite.
Pero bueno, no quería dejar pasar ésta fecha sin decir algo.
Y es que ésta será la primera vez desde que tengo uso de razón (si es que a ésto se le puede llamar razón), en que no diré a mi padre "Feliz Cumpleaños" un 15 de marzo.
El viejo nació en Montevideo, en 1932, así que hoy andaría cumpliendo sus 76 años, si viviera.
Como dije antes, es la primera vez que no puedo saludarlo, aunque quisiera.
También quisiera contarle de mis cosas, de la razón de mi felicidad de éstos días que corren, pero él ya no está.
Así que acá va un beso y un abrazo imaginarios para mi viejo, conocido por la familia vieja como "Bimbo", por mi simplemente como "papá" cuando le hablaba a él, "mi viejo" cuando hablaba de él.
Elegí una canción que me gusta a mí, de un cantante que le gustaba a él.
Fanático recalcitrante de Yves Montand, varias veces le escuché decir que como Montand no cantaba nadie.
La canción, una bastante tristona, la cantó la Piaf también, y alguna vez alguien dijo que era la canción más hermosa que existía. No comparto esa calificación, aunque sí me parece preciosa.
Así que ahí va, para mi viejo, Yves Montand y "Les feuilles mortes".
Me están pasando cosas buenas, pero no he tenido tiempo de pararme a contarlas a alguien, ni de escribirlas aquí, me he dedicado a disfrutarlas como corresponde, que es lo que más me importa.
El tiempo sobrante lo he dedicado a intentar trabajar, con poca concentración, pero bueno, no hay otra.
En consecuencia dedico nada al blog, supongo que la semana entrante podré retomar la costumbre de hacer algunos posteos semanales si el trabajo lo permite.
Pero bueno, no quería dejar pasar ésta fecha sin decir algo.
Y es que ésta será la primera vez desde que tengo uso de razón (si es que a ésto se le puede llamar razón), en que no diré a mi padre "Feliz Cumpleaños" un 15 de marzo.
El viejo nació en Montevideo, en 1932, así que hoy andaría cumpliendo sus 76 años, si viviera.
Como dije antes, es la primera vez que no puedo saludarlo, aunque quisiera.
También quisiera contarle de mis cosas, de la razón de mi felicidad de éstos días que corren, pero él ya no está.
Así que acá va un beso y un abrazo imaginarios para mi viejo, conocido por la familia vieja como "Bimbo", por mi simplemente como "papá" cuando le hablaba a él, "mi viejo" cuando hablaba de él.
Elegí una canción que me gusta a mí, de un cantante que le gustaba a él.
Fanático recalcitrante de Yves Montand, varias veces le escuché decir que como Montand no cantaba nadie.
La canción, una bastante tristona, la cantó la Piaf también, y alguna vez alguien dijo que era la canción más hermosa que existía. No comparto esa calificación, aunque sí me parece preciosa.
Así que ahí va, para mi viejo, Yves Montand y "Les feuilles mortes".
