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TGI Viernes

Normalito. Así va mi día hoy. En la mañana solo atendí cuatro pacientes. Todos bien, contentos por el tratamiento, por los avances, son bastante disciplinados en realidad, han ido aprendiendo que la pastillita no soluciona los problemas y que con dos semanas de tratamiento (que es lo que dura el protocolo inicial) no se transforma toda una vida, pero si es el inicio.
Al salir pasé por caja a ver si tenía algún pago. Nada. Este año ha empezado con un temblor económico que me ha hecho vivir al día. Mi sueldo base es nada, eso no me alcanza para vivir una quincena, no alcanza para pagar las cuentas, y eso que aquí la gasolina es muy barata por ejemplo y el alquiler del apartamento lo paga mi novio. Pero las cuotas del seguro del carro me comen, las cuotas del anuncio me tienen verde, en la universidad debo el 50% de la matrícula. Ahora en mi cartera solo hay 40 BsF. Aun no toco fondo, pero cada mes siento que estoy en la raya. No soy una asalariada completamente, soy mitad y mitad, en parte dependo de un salario y en parte de lo que gano por paciente, cuyos pagos tardan en salir porque depende de un seguro.
Mi conflicto estriba en que por un lado no quiero estar en la psicología, no quiero atender pacientes, pero por otro me molesta que no vengan porque mis ingresos bajan enormemente. Eso me hace sentir muy mal. Por eso siento que si no estoy en armonía conmigo misma, pues los beneficios serán escasos, como siento que ha sucedido en estos años, en los cuales las cosas no fluyen como me gustaría. Entiendo que esta última década ha sido difícil en mi país, justo me ha tocado vivir unos años de incertidumbre económica, política y social que me enferma, me deprime más, y eso aumenta todo lo negativo asociado con los beneficios de mi carrera profesional.
A pesar de que hay much@s que viven en el mismo contexto social, como siempre siento que estoy donde no debo estar, donde no encajo, donde no pertenezco. Hay códigos que no comparto. Recuerdo que desde pequeña me he sentido así, los adultos decían que yo era muy madura para mi edad. Ignorancia, tal vez para algunas cosas si lo era –madura-. Pero no era madurez, era inhabilidad social, retraimiento, depresión.



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