Un día me voy a sentar en este mismo lugar con la seguridad que podré hacerlo cada mañana del siguiente día, o al menos con la posibilidad de ello. Un día voy a dejar de coleccionar lo poco que ya amontono. Un día decidiré si es mejor mentir, desmentir o fabular para así quedar en paz con mi propio enemigo interior. Un día me olvidaré del mar y la música y será la única manera de