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El pastor soñado

El pastor soñado de todo director de adoración y de todo equipo de Alabanza es…

-Uno que les pasa anticipadamente el tema del sermón y así tengan tiempo para escoger algunas canciones que vayan acorde al mensaje. No uno que el sábado a las 10 de la noche les pide una canción en particular que nadie conoce y que quiere cantar en el primer servicio del domingo.
-Uno que enseña periódicamente a la congregación sobre temas de adoración. No uno que habla de todo menos de eso asumiendo que la iglesia aprenderá por sí sola a adorar en espíritu y verdad.
-Uno que está desde el primer acorde que tocan los músicos y durante todo el tiempo de alabanza. No uno que solo aparece cuando le toca predicar y que no está enterado de nada de lo que sucedió antes de que subiera.
-Uno que reconoce que la predicación y la música es sonido; por lo tanto, invierte buena parte del presupuesto de la iglesia para el mantenimiento del mismo y hasta para la compra y mejora de instrumentos musicales cuando es necesario.
-Uno que está seriamente involucrado en la filtración de las letras de las canciones que el equipo de alabanza selecciona; por lo tanto, él es parte del tamiz para permitir que una canción se incorpore al repertorio de la iglesia.
-Uno que reconoce la importancia de la capacitación vocal y musical del equipo de alabanza; por lo tanto, invierte en algunos, sino es que en todos, los integrantes del equipopatrocinándoles clases y capacitaciones.
-Uno que visita sorpresivamente a los integrantes del equipo de alabanza en los ensayos una vez cada 3 meses para decirles que se siente muy agradecido con su servicio y hasta aprovecha para ministrarles la Palabra y orar por ellos.
-Uno que periódicamente invita a los músicos y a los cantantes a su casa para que confraternicen juntos, ser ser amigos y darles una palabra de ánimo para que continúen sirviendo con entusiasmo.
-Uno que sabe que dirigir la adoración desde la plataforma puede ser muy cansado, principalmente si se celebran tres servicios durante la mañana del domingo y por lo tanto, autoriza al ministerio a no que se salgan del sermón durante uno de los servicios y de esta manera descansen.
-Uno que cuando el equipo de alabanza no dirigió bien, seleccionaron mal las canciones o metieron la pata durante la ministración, no los critica públicamente durante el sermón para avergonzarlos, sino que se reúne en privado con ellos para animarlos y exhortarlos a corregir lo que se deba corregir para futuros servicios.
-Uno que acostumbra comprar música de adoración congregacional para sí mismo y para el director de adoración a modo de que ambos estén actualizados en la música que se está escuchando y así escoger las mejores canciones para los servicios.
-Uno que está interesado en que la adoración sea para glorificar a Dios y edificar a la iglesia, más que en emocionar a las personas y producir sensaciones.
-Uno que no se casa con una sola canción de adoración durante un año entero, sino que reconoce que hay que usar distintas canciones para sus sermones y no solo esa que es su favorita y que siempre pide cantar cuando el sermón no está surtiendo efecto.
-Uno que reconoce el peligro de la manipulación emocional; por lo tanto, sabe usar la música durante el servicio con sobriedad y no como forma de hacerle sentir cosas a la gente y así hacerles creer que la presencia de Dios está allí.
-Uno que respeta las decisiones del director del ministerio; por lo tanto, no cambia repentinamente al director asignado solo porque no le gusta cómo dirige o porque no canta las canciones que más le gustan.
-Uno que respeta la autoridad delegada y que si pasara que el director de ministerio decide que uno o varios músicos no subirán a ministrar el domingo debido a alguna irresponsabilidad, no contradice la decisión del director haciéndolos subir como si no hubieran hecho nada.
-Uno que después de terminar la jornada de servicios el domingo se acerca al director y a todo el equipo de alabanza para agradecerles sentidamente su ayuda incondicional. No uno que asume que se saben valorados y nunca les da las gracias.
-Uno que sabiendo que tiene una congregación de más de 300 o 500 personas necesita un músico a medio tiempo o a tiempo completo y por lo tanto, busca contratar alguien para que se haga cargo del área artística de la iglesia.
-Uno que cuando un integrante del equipo de alabanza comete una falta o cae en algún pecado procura estar en comunicación periódica con dicho cantante o músico para animarlo y motivarlo a seguir adelante.

Bueno… esas son la que se me ocurrieron por el momento.

Noel Navas.



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