Wikipedia es uno de los grandes inventos de la humanidad hechos posible por internet y su ecosistema. No solo la red y su estructura, sino la capacidad de interactuar con la red de Cualquier persona, es lo que ha hecho posible esa maravilla. Y su apertura y accesibilidad es lo que hay que mantener sin duda, y bajo cualquier escenario.

Pero Wikipedia tiene su lado flaco: la veracidad de la información. Y su lado oscuro, la granularidad casi infinita. Trataré de explicar lo que digo.

Wikipedia y veracidad

Desde el comienzo se criticó a la Enciclopedia abierta por no tener un filtro capaz de garantizar, aun relativamente, la veracidad de lo que se expone en ella. Casi cualquiera que cumpla con muy mínimos requisitos puede escribir en ella. Y puede, obviamente, mentir descaradamente. También puede ser inexacto o impreciso o dudosamente certero.

La enciclopedia subsistió a todas estas críticas y siguió adelante, aunque no sin problemas. El hecho notable de su popularidad la ha vuelto inclusive una herramienta en la educación. Esto no deja de ser problemático porque vuelve más críticas sus vulnerabilidades. Al día de hoy, no es menor el hecho de que se use el nombre de la enciclopedia como sinónimo de información dudosa.

Wikipedia y granularidad (no encuentro otro nombre)

Cuando yo era chico las enciclopedias tenían diez o quince tomos y estaban encuadernadas en tomos de tapas duras, forrados en cuerina. A nadie se le ocurriría buscar en la enciclopedia el nombre de un conductor de televisión o de una dudosa actriz de la farándula que solo se ha especializado en mostrar su cuerpo. En Wikipedia aparecen, y muchos más por el estilo. Personajes de dudoso valor para el público, que lo único que poseen es cierta fama local.

Me refiero con granularidad a que cualquier salame que ha logrado el más mínimo atisbo de popularidad por el motivo que sea (o sin motivo) paga a una persona para que la incluya en la enciclopedia. Cualquiera puede verificarlo.

Conclusión triste

Si no somos capaces, como especie, de mantener algo tan hermoso a salvo de las distorsiones propias de los defectos humanos, no tenemos remedio. Si un instrumento tan valioso no puede ser autoregulado por el público, significa que siempre necesitaremos un tutor, una autoridad, un jefe.

Si usamos un instrumento valioso para algo (promoción) distinto de aquello para lo cual fue creado sin ninguna clase de autocontrol, somos una sociedad que no sabe lo que necesita ni lo que le conviene.

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