El enfant terrible de los tocados, Philip Treacy solía decir una frase con la que estoy muy de acuerdo: “No se trata del tocado en sí, sino de cómo te sientes cuando te lo pones”, y es algo muy cierto. Un sombrero o un tocado es una pieza de adorno, innecesaria casi siempre pero que al final se convierte en el foco de atención de todo el conjunto y su tamaño, forma y componentes dicen mucho de ti.

Con un tocado puedes destacar,  impresionar, provocar, protestar o hacer reir. Tú eliges

Philip Treacy, ha trabajado para todos los grandes de la moda: Chanel, Armani, Givenchy, Valentino…  y ha tenido como modelos y clientas a las figuras más extravagantes e influyentes del panorama del espectáculo y de la moda como Isabella Blow,  Dita Von Teese,   Madonna, Grace Jones,  Lady Gaga o Sara Jessica Parker.  Con todas ellas ha podido dar rienda suelta a su ingenio y su capacidad creativa diseñando los tocados más locos que uno se pueda imaginar… pero (y ahí aparece el instinto comercial) también ha conseguido que otros personajes de la nobleza, y las familias reales confíen en él para sus tocados más discretos y ponibles, los que cualquiera de nosotras podríamos llevar en una boda o evento.  Kate Middleton, Zara Philips, Marie Chantal Miller, Victoria Beckham o la misma reina Isabel II.

Sólo hay que darse una vuelta por su páginahttp://www.philiptreacy.co.uk   o consultar la sección de Harrods http://luxury.harrods.com/search?w=philip+treacy+fascinator&view=p   para comprobar que casi todos sus diseños  son de lo más normal, aunque los precios no son tan…. “normales”.

Cuando tus clientas son las más estilosas, mediáticas, fashion y reales (en el sentido de llevar corona)…. ¡El precio es lo de menos!.