Pero si algo nos enriquece de verdad es el folklore. Lo poco que hemos podido conservar. Es el legado que dejaron los nuestros. Aquellas coplas que cantaban nuestras abuelas a la salida de la iglesia, en la plaza, a las puertas de la casa de la novia, en la entrada del pueblo, para dar la bienvenida a una autoridad que venía de visita. Cuando Valdivieso...
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