Durante esta enfermedad tenemos muchos altibajos emocionales, es lo que llamamos “Montaña rusa emocional”. A veces esos altibajos son tan fuertes que llegan a llamarse “depresiones”.

¿Pero qué es la depresión desde un punto de vista médico?

La depresión es debida a unos niveles inadecuados de neurotransmisores cerebrales que son la serotonina, noradrenalina o la dopamina.

En este post vamos a tratar este trastorno desde un punto de vista nutricional, y eso quiere decir, diseñar estrategias que ayuden al organismo a “fabricar” los neurotransmisores que necesita.

Lo primero que nuestras neuronas necesitan es que les suministremos aminoácidos, ya que los neurotransmisores son proteínas formadas por una combinación de aminoácidos. Para conseguirlo debemos incluir en las 3 comidas principales del día alguna porción de proteinas, junto con los demás nutrientes esenciales.

Las proteínas pueden ser bien de origen animal (carne, pescado, leche y derivados, huevos..), o también de origen vegetal (legumbres, seitan, frutos secos, semillas, algas..), pero bien combinadas con cereales para conseguir los aminoácidos esenciales (por ej lentejas con arroz, ensalada con soja y maíz, pasta con frutos secos…etc).

Es importante ingerir estas proteínas con frecuencia, ya que solo se mantienen en el torrente sanguíneo de 6 a 7 horas.

Otros nutrientes esenciales para el cerebro son las vitaminas del grupo B, porque la deficiencia de cualquiera de las 8 vitaminas de este grupo afecta con gran rápidez al modo que una persona piensa o se siente.

Las más relacionadas con estados de depresión son la vitamina B3, B6 y B9. La vitamina B3 y B6 se obtienen ingiriendo cereales integrales, hortalizas de hoja verde (espinacas, brocoli, espárragos…), fruta (plátano, aguacate…) y legumbres.

Para que las vitaminas del grupo B actúen es esencial la presencia de otros nutrientes como el magnesio, que ayuda a relajar los nervios, y lo contienen las algas, cacao y frutos secos. La vitamina C está en los cítricos (naranja, limón, kiwi, pomelo) y las frutas tropicales.

Finalmente es importante hablar del Cinc, el nutriente más valioso para la salud mental, ya que está asociado con la ansiedad y la depresión. Se encuentra en cualquier semilla, en el gérmen de los cereales, en la carne y en el pescado.

Un estudio realizado en el British Journal of Psychiatry estableció la relación entre el consumo excesivo de bollería industrial y carnes, con un riesgo superior de sufrir depresión del 60%. Por lo que el consumo de grasas trans y el riesgo de depresión están directamente relacionados.

Según todo esto, casi podríamos decir que PENSAMOS COMO COMEMOS.

Vanesa, bióloga