Desde la antigüedad el ser humano ha utilizado la fuerza del viento como energía

El Viento ha cambiado el curso de la humanidad muchas veces. Para empezar es partícipe de muchísimos procesos en los que él prácticamente sería imposible la vida en el planeta. Distribuye el oxígeno, es un agente de transporte para el desplazamiento de semillas, e interviene en el ciclo del agua. Además es fundamental para la combustión y transporta las ondas sonoras y electromagnéticas.

También forma parte de la mitología, nos ha ayudado a transportarnos, nos ha aportado energía para el trabajo mecánico, para recrearnos y ahora podemos transformar su fuerza en energía limpia.

A esta energía del viento la llamamos eólica. Su uso nos da la posibilidad de cambiar el mundo, ya que es mucho más económica, beneficia el medio ambiente, a la salud pública y a también económicamente a la región donde se produce.

Para obtener energía eólica únicamente es necesario que el aire mueva las palas de un aerogenerador, y de allí ese movimiento se transformará en energía eléctrica. Este tipo de energía actualmente suministra a un poco más del 3% de consumo mundial de electricidad, y se estima que en 2020 superará el 5%.

En México se produce energía eólica en los estados de Oaxaca, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Jalisco. En nuestro estado se estima que para 2018 se producirán 399 megavatios, lo que nos dará el quinto lugar en producción nacional.

Esta fuente de energía renovable junto a la energía solar serán nuestros principales medios para obtener energía limpia en los próximos años, así que habrá que prestarles atención.

Charlemos sobre el Día Mundial de los Vientos en redes sociales #LaEnergíaDelViento

Fuente: https://www.acciona.com/es/energias-renovables/energia-eolica/