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El modelo forestal toca techo

Al parecer los magnates del latifundio forestal en Chile -que recibieron sus gigantescos paños de tierra y las plantas de celulosa a "ventajosos precios" de manos del gobierno militar de Pinochet, en desmedro de pequeños campesinos, cooperativas de produción y comunidades indígenas-, estarían encontrando los límites naturales a su lucrativo negocio. Según el Presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) -que representa los interese de 3 de los mayores grupos económicos del país- en entrvista a El Mercurio , no se ven nuevos grandes proyectos en el sector forestal al menos hasta 2020...

Esto debido a que las posiblidades de expansión de la industria, en especial en lo referido a la extensión de los monocultivos, está llegando a su techo. El propio Léniz reconoció que el país cuenta hoy con cerca de 2 Millones de hectáreas disponibles para uso forestal y su potencial sólo da para crecer hasta los 3 millones de hectáreas de plantaciones. Por esto, una de las opciones que ve para próximos años es la explotación del bosque nativo. El dirigente gremial -ex ministro de Pinochet y actualmente miembro del directorio del varias ISAPES- señaló a este respecto que "nadie es partidario hoy de cortar el bosque nativo al barrer, como se hizo antes, pero para que el bosque nativo produzca madera de calidad se tienen que ralear y limpiar, y eso está pendiente en la discusión del proyecto de ley". Ante esto podríamos decirle que "nadie le cree señor Leniz, y nadie es partidario de continuar con este modelo forestal destructivo y empobrecedor", pero claro, para que lo escuche hace falta un movimiento organizado y fuerte.

De esta manera, se abre un receso de 15 años -hasta que las plantaciones actuales esten maduras- tras la puesta en marcha de tres grandes y contaminantes plantas de celulosa -Valdivia y Nueva Aldea, de Celco, y Santa Fe II, de CMPC-, en las que se invirtieron más de US$ 4 mil millones, que son alimentadas por cientos de miles de hectáreas de plantaciones de pinos y eucaliptus, en su mayoría usurpadas al Pueblo Mapuche, que disminuyen la calidad de la tierra y absorben las fuentes de agua. De esta manera, el flamante modelo forestal chileno ha provocado la debacle económica y cultural de miles de familias que se ven obligadas a vivir en la miseria, sobreviviendo en el campo o en los márgenes de las grandes ciduades.

Todo esto implica un estancamiento en las exportaciones para los próximos años. Según la Corma, las exportaciones forestales creceran cerca del 20% durante 2007, para llegar a entre US$ 4.600 y US$ 4.700 millones. Sin embargo, a la hora de proyectarse hacia el Bicentenario, Léniz cree que los envíos pueden crecer "muy poco más. Si llegamos a US$ 5 mil millones sería una gran cosa". De esta manera queda en evidencia que la supuesta modernización que implicaba la implementación del clúster foretal en La Frontera no podrá serguir siendo uno de los pilares de la "ejemplar" economía chilena (junto al cobre y la harina de pescado). Así, mientras un puñado de personas acumula enormes riquezas bajo el paradigma del crecimiento hacia afuera, millones de chilenos y miles de mapuche vemos como su chorreo no alcanzó para pagar el costo de la destrucción hacia adentro producida por el modelo y que está hipotecando las posiblidades de un desarrollo verdadero para nuestros pueblos, que nos conduzca a hacia la dignidad y la vida buena.

Entonces ¿los grupos económicos no se dan cuenta que su negocio no es tan bueno y los llevará a la ruina? No. Los únicos que se irán a la ruina son los pueblos de Chile que viven donde ellos invierten. Gracias a que el capital no tiene nacionalidad, las forestales miran ahora sin verguenza hacia otros países. "Recién vino una delegación de Colombia y ellos calculan tener 30 millones de hectáreas disponibles para plantaciones, y nos decían que nos necesitaban a nosotros por el desarrollo tecnológico. La expansión de las empresas grandes va a estar en esa vía", dijo Léniz. Así, cuales parásitos, los capitalistas chilenos chupan toda la sangre de su huésped hasta dejarlo exánime, para luego, habiendo hinchado sus panzas, largarse en la búsqueda de otro incauto que les permita seguir viviendo a su manera.

Por Matías Meza Lopehandía


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