Son una molestia considerable, sobre todo si hemos empezado a hacer ejercicio y nuestro cuerpo todavía se está acostumbrado a ello. Las ampollas surgen por la fricción de una parte del cuerpo con algo duro, normalmente un tejido, resultado una acumulación de líquido transparente que nos puede provocar un dolor intenso al rozarla. De ahí que sea mucho mejor prevenirlas, para evitar esas molestias.

Las Ampollas suelen aparecer en manos y pies, siendo estas últimas muy comunes cuando estamos corriendo o haciendo caminatas largas. Para evitar su aparición en la planta del pie o en el talón, lo mejor es llevar unas zapatillas de nuestro número, en las que el pie esté bien sujeto, sin llegar a estar muy apretado. Los calcetines también son muy importantes, ya que serán el medio de fricción con nuestra piel. Deben ser gordos para protegernos, pero a la vez, transpirables para permitir que el sudor salga.

Por último, también debemos proteger nuestra propia piel, con cremas hidratantes y si es necesario, también con alguna que otra tirita o apósito, en las zonas más frágiles, donde sabemos que pueden surgir ampollas. Si vamos a correr una prueba larga, como una maratón, un problema de este tipo puede ser falta para nuestros intereses, así que más vale prevenirlo.