Una pareja se besa y un niño mira hacia la oscuridad del túnel. Una mujer abre su Cartera y saca un espejito redondo. La primera hoja que aparece en su mano es anaranjada y pequeña. La segunda hoja es más grande, quizás de álamo. Las cinco siguientes parecen arrancadas de un jardín japonés. El niño ve con la boca abierta cómo las hojas salen de la cartera y caen al piso del vagón. La muchacha, olvidando a su amante, deja escapar un grito de espanto que se pierde en el olor del bosque que lentamente se va cerrando alrededor.
(Este cuento, cuyo título es simplemente Otoño, acaba de aparecer en Santiago en 100 palabras: los 100 mejores cuentos, librito que pueden retirar gratuitamente durante la semana en la Biblioteca de Santiago)