1. Origen de la viscoelástica.

El origen de la viscoelástica (viscolastic o viscolástica para algunos) está unido a la NASA y a la carrera espacial en los años sesenta.

El problema con el que se enfrentaban los ingenieros del Centro de Investigación de Ames es que los astronautas, al despegar el cohete, sufrían aceleraciones de 3-4g, es decir, tres o cuatro veces la fuerza de la gravedad, lo que literalmente los aplastaba contra los asientos, pudiendo llegar a producir daños en la espalda y cuello.

El resultado de estas investigaciones fue una espuma de propiedades viscoelásticas que se amoldaba al cuerpo de forma progresiva, absorbiendo de esta forma la brutal aceleración del despegue, había nacido así pues la VISCOELASTICA.

A principios de los 90, una empresa danesa, Dan-Foam, perteneciente a Tempur World, inicia el desarrollo técnico y comercial de esta espuma viscoelástica con el nombre de Tempur. Esta comercialización se comenzó en hospitales, clínicas y residencias de ancianos, lo cual dio un mayor prestigio a la viscoelástica, al posicionarla como material de uso terapéutico. Cuando se introdujo para el gran público el colchón y la almohada Tempur, el éxito fue inmediato.

2. Tipos de viscoelástica.

Aunque todos asociamos el nombre viscoelástica a un material, no deja de ser un nombre genérico con el que se presentan colchones con diverso origen y características.

Si atendemos a la forma de la espumación, podemos distinguir entre "viscoelástica de célula abierta" y "viscoelástica moldeada".

La viscoelástica de célula abierta o de poro abierto, se fabrica como la mayoría de los poliuretanos, vertiendo el producto en una base donde la espumación crece libremente formando un bloque que posteriormente se corta en láminas.

La viscoelástica moldeada se produce introduciendo en un molde el producto, que al espumar y aumentar de volumen, se encuentra con las paredes del recipiente, adaptándose a su forma, que es la del colchón o almohada que se está fabricando.

La diferencia básica entre ambos procesos, es que en el primero, el tamaño del poro es mayor y por tanto, también la ventilación, mientras que la viscoelástica de molde, al tener un tamaño de poro menor y sus superficie prácticamente sellada, transpira peor, pero al mismo tiempo, al recuperarse más lentamente, la sensación "viscoelástica" es mayor que en la de poro abierto.

Independientemente de la forma de fabricación con poro abierto o en molde, las espumas viscoelásticas son "bañadas" en líquidos y podemos distinguir entre "viscoelásticas oleosas", que son las que son producidas con aceites y las "viscoelásticas acuosas" que son las bañadas en soluciones con agua. Las viscoelásticas oleosas, son las que suelen tener mayor densidad y recuperan más lentamente, siendo percibidas como de mayor calidad, como en el caso de Tempur. Las viscoelásticas oleosas tienen sus detractores que argumentan posibles riesgos para la salud de los compuestos volátiles de los aceites minerales, por lo que se están empezando a fabricar con aceites vegetales.

Algunos fabricantes con pocos escrúpulos han fabricado materiales viscoelásticos con compuestos que se evaporan con el tiempo y devuelven al material un comportamiento de una espuma normal.

Por su comportamiento, la viscoelástica puede ser termosensible o no. La viscoelástica termosensible reacciona mecánicamente a la temperatura, siendo totalmente rígidas si están frías y muy blandas con el calor, siendo este factor, la temperatura, más importante que la propia presión que se ejerce sobre el material a la hora de deformarlo y recuperarse. En las viscoelásticas no termosensibles, la deformación-recuperación obedece a factores únicamente mecánicos, independientemente de la temperatura.

3. Densidad de la viscoelástica.

Un factor muy importante a considerar en la viscoelástica es la densidad, que es función de los polímeros utilizados en su fabricación, por lo general, mayor densidad suele ser sinónimo de mayor calidad. Por lo general, en los colchones podemos encontrar espuma viscoelástica desde los 50 kg/m3 a los 85kg/m3, siendo esta última la densidad que ofrecen las marcas más prestigiosas.

No obstante, la densidad no debe ser el factor determinante para evaluar la calidad de una viscoelástica, pues este parámetro físico se puede "adulterar" como en cualquier otra espuma, introduciendo los denominados "cargantes" en la fabricación. Estas cargas son materiales baratos que se combinan con los compuestos químicos de la espuma para darles más peso y por lo tanto, mayor densidad pero que actúan como un simple relleno sin conferir al producto las características de la densidad de una espuma sin aditivar.

4. La viscoelástica en el descanso.

Aunque como hemos visto al principio, la viscoelástica fue un desarrollo técnico para solucionar un problema concreto, la aceleración que sufrían los cuerpos de los astronautas al despegar (¿alguien le ha contado que era para que los astronautas durmieran en el espacio? pues no, en el espacio no se necesitan colchones), su adaptabilidad y sobretodo, su característica de disminuir la presión de la superficie de descanso sobre el cuerpo del durmiente, la convirtieron rápidamente en uno de los materiales más empleados en la fabricación de colchones.

Las características de la viscoelástica hacen que el durmiente esté más tiempo en la fase
óptima de descanso, al disminuir los movimientos de este y las interrupciones del sueño, lográndose un mayor efecto reparador del sueño y sensación de bienestar.