Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Probabilidades de sexo


La escena es así: habrá un largo pasillo antes de la habitación que cruzaremos lentamente. Apenas la puerta se cierre detrás, apagaré la luz y fijaré totalmente mi cuerpo al tuyo a riesgo de correr, a riesgo de apresurarnos. Habrá movimientos de cabeza y mandíbulas abiertas a tope. Ruidos imperceptibles a ratos y con ciertos sonidos después. El tiempo no lo sé, el necesario, el que queramos. Esto no es un estudio.

Tus manos recorrerán mi espalda barriéndola, dejando marcas, midiendo mis costillas, apretando la cintura, hundiendo las caderas y sosteniendo mi trasero. Tendré mis manos en tus lóbulos. Tendré mis manos en tu pelo. Tendré mis manos a tres centímetros de tu nuca. Pero no habrá un orden vertical que me condicione a ir por partes. Puedo seguir a tus hombros como jugar con mis piernas en el borde de las tuyas. Puedo dejar una entre tus muslos o levantarla ligeramente y rozarlas por fuera.

Me levantarás. Treinta segundos, un minuto, lo que puedas soportar antes de girar un poco y dejarme contra la pared. A ras de suelo otra vez, mis uñas separarán las hebras de tu camisa o los hilos de tu suéter, tocando tus piernas o tus pantalones más bien. Me llevarás suavemente hasta el borde, desordenarás mi pelo más aún, tomarás mi cara, mojarás mis mejillas y sacarás mi ropa. Algunas prendas de mi ropa.

Jugaremos en un principio a adivinar. No dejarás que ni una gota de aire pase por el centro. Tu suéter no estará. Tu camisa tampoco. Tus dedos en la pretina de mi pantalón a punto de bajar el cierre. Yo en el tuyo haciendo lo mismo. Podría pensar en hacer algo con mis manos. Podría susurrarte al oído que hagas algo con las tuyas.

O podría decirte que es mejor que me vuelva a vestir y que me vaya, que no me conoces en realidad y que no soy quien tú crees. Podría obligarte a que me saques de este personaje que no me queda, que no alborotes más mi pelo, que no me mires fijo y que no me vistas más de negro.

O podría seguir fingiendo... esta noche o ninguna más.
Historias sobre una chica oscura llamada Lullaby. Solitaria, odiosa, rebelde, irónica y agriamente dulce.


This post first appeared on Carolina Moro, please read the originial post: here

Share the post

Probabilidades de sexo

×

Subscribe to Carolina Moro

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×