© Versión de Juan Carlos Villavicencio Es largo el camino y, mirando al este y al oeste, no encuentro a nadie a quien hacerle una pregunta. Ha llegado el frío, pero no sé adónde podría enviar tus ropas de invierno. Cuando te fuiste, acabábamos de plantar un árbol en el jardín. El árbol ya abraza un nido, pero sin embargo tú no has Vuelto.