Me encuentro Adentro de los días
como tantos otros en esta naturaleza
viendo como las nubes de piedra
cubren el espacio sobre nuestras cabezas,
y mientras el mundo se derrumba
con niños y niñas hambreando las horas
y mujeres y hombres cavando en el suelo líquido
seguimos con la idea de condenar la ancianidad

mas cuando callamos las risas precarias
el tiempo máquina nos revienta los harapos
sucios hasta la trama de nuestro ser,
trapos viejos que nos visten de presente,
y queremos pintar escribir cantar dormir
al tiempo que la infancia se acurruca en las veredas,
y los ríos de lágrimas, sangre, saliva y alcohol
hacen cascadas en las alcantarillas de las calles

aplasta esta realidad como lluvia de toscas
pesan las verdades inmensas en el espacio ínfimo,
a destiempo corremos los muebles y las cosas
como yugos en nuestro propio hogar
y vemos desde adentro un gentío muriendo
un presagio de nuestra suerte gimiendo
el mundo se derrumba y nosotros idos
el mundo se derrumba y nosotros nada.