Mientras Escribo pasan cosas. Algunas buenas, otras trágicas. Son las seis y media de la tarde y frente a la morbosa fachada del Palacio Nacional que coronó la megalomanía de la dictadura ubiquista, un grupo de violinistas interpretan melodías de duelo. La razón la conocemos de sobra. A propósito del motivo que lleva a los […]
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