La cabra, la oveja y la vaca entraron en sociedad con el león y, como en todas las sociedades, se estableció qué gastos y ganancias se dividirían a Partes iguales.
Cazaron en una trampa un ciervo y se reunieron para distribuírselo. El león hizo cuatro partes iguales:
- Tomo la primera -dijo- porque me corresponde por derecho; la segunda porque soy el rey de la selva y la tercera porque soy el más fuerte. Y si alguno quiere lo que queda, ¡me lo zampo de un solo bocado!