Ya lo se princesa yo no soy un inconsciente
que no soy ni fuerte ni muy listo y que más da,
pues te prometo lo que nadie te promete
y es que a ti todo te lo pienso soportar.
Querría usar versos dulces e inteligentes
y de ese modo conquistar tu corazón.
Pero Dios me negó algunos dones
te tendrás que conformar con un bufón.
Y cuando creas que no hay príncipes valientes
o caballero que te venga a rescatar.
Ahí estaré yo abrazándote muy fuerte
que no soy tonto pero me dejo engañar.
Cuenta la historia que nació una princesa
sin sangre azul y de familia muy normal
Pero tenía un pequeño misterio
y es que su ombligo nadie lo podía tocar.
Dicen de aquella maldita princesita
que a cualquier hombre ella podría enamorar
Pero que solo su amor entregaría
al principito que lo pudiera tocar.
Ay princesita yo no soy un principito
y tu ombligo yo no puedo acariciar
Pero escúchame bien lo que te digo
que yo tus penas te las voy a hacer olvidar.
¡Ay princesita del ombligo de oro!
¡Ay princesita del ombligo de cristal!
Pasaría la vida a tu lado
por si ese príncipe no llega jamás.
Yo ya se que no era lo que esperaba
y su ombligo nunca llegué a acariciar.
Pero ocupé un capítulo en su historia
pues con el mío se lo pude tapar.
¡Ay princesita del ombligo de oro!
¡Ay princesita del ombligo de cristal!
Pasaría la vida a tu lado
por si ese príncipe no llega jamás.
¡Ay princesita del ombligo de oro!
¡Ay princesita del ombligo de cristal!
Si te da por buscarme algún día
me vas a encontrar de carnaval.