Al Culiao le daba terrible paja levantarse a buscar pega y se quedaba viendo la tele o buscando hueás en internet hasta que el sol había trazado su inexorable tránsito aparente por el cielo, eclipsándose herido en la sangrienta horizontalidad del mar. Pero el culiao no podía ver ese hermoso paisaje, porque estaba haciéndose el ánimo pa postular a una pega por internet. Puta, la hueá, pensaba, y