"Un pequeño niño descubre un poder místico. Luego se separa de su novia de la infancia. Él crece para ser un científico de la computación que está pirateando los secretos más secretos nacionales e internacionales , además de ser un aclamado escritor de novelas. Su "descubrimiento" infantil le otorga poderes paranormales increíbles. Se reencuentra con su novia de la infancia, místicamente, en el lecho de su muerte en el hospital ... mientras su relación con su actual novia, adicta a las drogas se deteriora. Las pasiones se construyen entre el trío. Las fuerzas místicas, psiquiátricas y mundanas se levantan para evitar que revele los secretos pirateados. Intenta revelar todo en una gran conferencia de prensa en Washington DC, con consecuencias fatídicas y peligrosas"
Neil Breen considera como una buena idea escribir, producir, dirigir y protagonizar sus películas con bajo presupuesto, Fateful findings, es su tercera realización y la primera del director que he visto, y basándome en ella, puedo decir que no quiero volver a ver Nada que tenga su nombre.
Creo que aquí se intenta hacer un híbrido de melodrama y fantasía, la película en sí no nos hace sentir ni lo uno ni lo otro, pero los diálogos y los efectos son tan obvios que puede suponerse que esta era la idea. La estructura de la película quiere tocar tantas cosas y que pasen tantas otras que no logra estar cerca de ninguna a pesar de incluir temas como el asesinato, la adicción a las drogas, y los problemas mentales, parecen temas volando que aterrizan en personajes que se mantienen inafectados con todo lo que sucede a su alrededor, todos parecen robots hablando como una grabación de práctica de inglés, cosa que hay que agradecer tanto a los diálogos poco naturales como a la mala actuación a la hora de realizarlos. No son personajes profundizados, ni sus acciones reflejan sus estados o sentimientos, los diálogos nos dicen como están, que hacen, que planean, eso lo hace aburrido. No hay pistas sueltas, no hay nada que conectar, todo nos lo regalan de la manera más simple posible, y aunque suceden cosas impredecibles uno mismo se contagia de la falta de emoción.
El montaje es lineal, pero las acciones casi nunca son completadas antes de que se corten, hay muchos saltos pequeños durante la película, podemos entender aun así lo que pasa pero se ve como algo no intencional en el estilo si no como una falta de conectores en el material, ya que no son algo que aporten algún efecto o que se sientan acoplados a la historia, solo se sienten como pequeños saltos de un lugar a otro. Nada que decir de los efectos, muy muy pobres, pienso que pudo hacerse más juego de cámara para evitar poner cualquiera de ellos, pero los planos en general también fueron muy básicos, plano general, primer plano cuando alguien habla y medios de vez en cuando El sonido de las voces está muy bien captado, creo que la forma en la que están dichos los diálogos ayuda bastante también. La música no aporta gran cosa, pero creo que está bien puesta, sin embargo los efectos y los ambientes que utilizaron fallan al igual que la mezcla de sonido.
Los efectos son muy fuertes a veces, muy secos, como en los disparos. Los ambientes no concuerdan con las imágenes, como en la barbacoa que escuchamos gente hablando y chocando botellas, pero solo hay siete personas dispersas por el espacio. No está bien acoplado todo, se sienten como piezas puestas y no en conjunto para crear algo
A pesar de todas las fallas, o gracias a, no podemos decir que la película aburre a los espectadores, porque en mi opinión es bastante divertida, que no es su intensión, pero eso es lo que me mantuvo para verla hasta el final, que fue lo mejor de todo, el protagonista puede revelar su secreto al mundo venciendo las fuerzas que se lo impedían y su miedo, estaba listo, y todos están felices por él, incluso los políticos que lo aplauden y luego parten para suicidarse, momento muy emotivo y emocionante… y al fin luego de todo el “drama” y la “tensión”, podemos descansar con una bella imagen de Dylan y Leah caminando hacia el bosque. En realidad para mí sí que fue un alivio verlos juntos, y saber que la película había acabado.
Lo siento Neil, no hay nada bueno que decir sobre tu película, excepto que es un momazo.
