Uno de los anuncios más emblemáticos de nuestra historia publicitaria, en que uno de los cantautores de música campesina en Puerto Rico elevó el alma puertorriqueña en aquel momento de encuentro con nuestra tradición.
La serenata del novio con sus paisajes de campo y la indumentaria clásica de aquel instante, integraban una melodía jíbara previo al melodrama romántico cuando poco antes de celebrar la boda todo renacía durante la madrugada.
Una época donde los valores familiares dominaban nuestro escenario, buenos o malos, ese era el curso normal de un pueblo donde la mujer era en gran medida la protagonista principal de la historia.
Una sociedad donde el aspecto femenino era sagrado y en donde la figura del hombre dominaba la escena...
Obviamente todo ha cambiado. Ese mundo machista se fue desmoronando poco a poco y la mujer emprendió sin lugar a dudas su libertad enfrentando y transformando una sociedad que suponía de antemano las tareas que tradicionalmente le aguardarían como ama de casa, esposa o señora de fulano o zutano.
Pero décadas atrás, cuando el fílmico era la herramienta de televisión por excelencia, nuestra sociedad publicitaria mantendría y llevaría un mensaje de sobriedad, de valores tradicionales sobre todo en áreas donde el jíbaro de campo era una imagen evidentemente poderosa.
Lamentablemente Israel Rodríguez Torres falleció en un accidente poco después de Yo haber entrado a trabajar como Director de Arte a su Agencia de Publicidad.
Su esposa, Flora Pérez Garay y sus hijos tuvieron en manos la agencia y un imperio publicitario que Israel les dejó sin imaginar que los cambios tecnológicos habrían de tener un efecto difícil dentro de la evolución de la empresa.
Esa misma tecnología mató y dejó agonizante las grandes producciones y productoras de anuncios en las que trabajaban una infinidad de personas y talentos con tanto sacrificios.
Cerró sus puertas una empresa en la que laboré tanto y aprendí muchísimo, tanto que muchas de esas cosas las he atesorado con mucho cariño mientras y después que salí de la Agencia.
La Boda Campesina marcó una pauta de producción, de redacción y trabajo en la industria publicitaria.
En momentos donde había trabajo para todos y cada uno era experto en su materia.
Hoy todo ha cambiado.
Cuando veo este anuncio busco en mi interior y sé que la grandeza de nuestro pueblo está no tan solo en nuestras tradiciones sino en nuestro espíritu borincano.
Letra y música: Israel Rodríguez Torres
Concepto y producción: Flora Pérez Garay
Dirección: Orlando Jiménez
Cantante: Felito Félix
Arreglo musical: Radamés Reyes Alfau
Casa productora: Guede Films
