Según Miryam Martínez Figueroa, Directora de Servicios Regionales, los árboles centenarios de la parte sur del jardín quedaron seriamente afectados.
Incluyendo los intentos de robo en las Oficinas Centrales, las cuales quedaron destruidas por malhechores que rompieron cristales, tiraron muebles intentando buscar dinero.
A pesar de ello, la Administración reunió personal y voluntarios que poco a poco han podido rescatar este paraíso que se levantó hace mucho, en nuestra zona metropolitana.
En mi caso particular era un espacio de relajamiento y búsqueda. Un lugar donde la fotografía adquiría personalidad propia.
Un santuario de vegetación y estudio natural único en su clase y sobre el cual miles de familias boricuas y extranjeras siempre han tenido palabras de elogio y admiración.
El solo hecho de caminar por sus veredas, saludar a los corredores, hablar con personas de mi edad y admirar las celebraciones familiares era sin duda como regresar a otro Puerto Rico.
Lejos de la política y el cansancio social que tanto nos agobia.
Por eso es que lo llevo en mi corazón.
Pienso en el Huracán María y en su devastación y me quedo varado sin palabras por espacio de segundos. Sin habla propiamente.
Pero se me ocurre pensar en las palabras de Steve Jobs previo a su muerte: "death is very likely, the single best invention of life. It is life's change agent. It clears out the old to make way for the new" (https://www.theguardian.com/technology/2011/oct/06/steve-jobs-pancreas-cancer).
Ciertamente el Huracán María destruyó y arrasó muchas cosas.. Al citar sus palabras, prefiero pensar en el poder natural de las cosas. El mismo que nos dejó el espacio para el crecimiento de algo nuevo.
Como Steve Jobs lo mencionó en su discurso...
Si algo extraordinario tiene la naturaleza es que muy poco después de este evento atmosférico, los árboles renacían y el verdor de los ramas quemadas por viento, nacían otra vez.
En ese sentido, ese espacio que él menciona es decididamente el camino de un nuevo renacer.
Que tomará tiempo: Sí. Definitivamente.
Lo importante es que en ese proceso, seguiremos nuestras vidas, admirando que todavía tenemos este sitio tan especial.
Un espacio en el cual el espíritu puertorriqueño y de cualquier parte del mundo puede cargar sus baterías y emprender el camino de vida con más fuerzas que nunca, cada día.
